SAN EPIFANIO DE
PAVÍA
21 de enero
497 d.C.
Nació en Pavía y fue elegido obispo de su ciudad natal en
el 467. Hermano de santas Honorata y Liberata, a las que
consagró a la virginidad. Cumplió su misión ante
Teodorico junto con san Lorenzo de Milán.
La fama de la santidad
y milagros de Epifanio le ganó las simpatías de los
débiles emperadores romanos de su tiempo, así como el
favor de los reyes Odoacro y Teodorico, aunque los intereses de tan
grandes y poderosos señores eran totalmente opuestos. Epifanio
conquistó con su elocuencia y su caridad a los salvajes
bárbaros, obtuvo la vida y la libertad de millares de cautivos y
la abolición de muchas leyes opresivas, así como la
disminución de los elevados impuestos públicos. Su
generosa caridad salvó la vida de muchas gentes cas tigadas por
el hambre, y su celo ayudó a que se mitigara el torrente de
iniquidades en aquellos agitados tiempos.
Epifanio desempeñó una embajada ante el emperador
Antemio, y otra ante el rey Eurico en Toulouse, con la esperanza de
evitar la guerra. Reconstruyó Pavía, que había
sido destruida por Odoacro, y mitigó el ímpetu de
Teodorico en sus victorias. Epifanio emprendió un viaje a
Borgoña para rescatar a los cautivos de Gondebaldo y Godegisilo,
y murió de fiebre y de frío, a su vuelta a Pavía,
a la edad de cincuenta y ocho años. Su muerte fue la de un
mártir de la caridad. En vida, su rebaño le honraba con
una profusión de nombres de cariño y encomio: "el
pacificador", "la gloria de Italia", "luz de los obispos", y
también "papa", es decir "padre". Su cuerpo fue trasladado a
Hildesheim, en la Baja Sajonia, el año 963.