Nació en
Tournai. Sus padres, amenazados por el rey Clodoveo, todavía
pagano, huyeron a Bladin. Fue elegido obispo de Tournai en el 496, e
hizo que Clodoveo admitiera un pecado que no se atrevía a
confesar; predicó el evangelio en las Galias (diez años
antes de que Clodoveo se convirtiese al cristianismo), por lo cual no
tuvo ningún apoyo oficial para ejercer su misión.
Resucitó, exorcizó y bautizó a la hija de un
tribuno que se había enamorado de él.
Aunque no poseamos
ningún documento históricamente seguro sobre la actividad
de este santo obispo y sobre su obra misionera, una biografía
atribuida a san Medardo de Noyón, coetáneo y hasta
compañero de juegos en la infancia, cuenta muchas
anécdotas de la vida de Eleuterio y sobre sus contactos con el
rey pagano Clodoveo. El mismo san Medardo le predijo que un día
llegaría a ser obispo, pero esa profecía equivalía
a un augurio de vida difícil, incluyendo el martirio. Hizo cinco
viajes a Roma y murió mártir en manos de los arrianos de
su diócesis.