SAN DONATO DE AREZZO
7 de agosto
361 d.C.
Natural de Nicomedia, siendo aún niño pasó con sus
padres a Roma. Fue allí educado por un presbítero llamado
san Pigmenio, iglesia en la cual Donato fue lector al mismo tiempo que
el futuro Juliano el Apóstata era subdiácono. Donato fue el
segundo obispo de Arezzo. Fue quién llevó a la ciudad al
cristianismo. Se le ha confundido con san Donato de Besançon y
san Donaciano de Nantes.
Se dice que durante la persecución de Diocleciano, huyó a
Arezzo de donde fue obispo. Refugióse éste en Arezzo
donde, acogido por el monje san Hilariano (apropiación de san
Hilariano de Ostia) predicó, ejercíó la caridad,
obró milagros y fue ordenado presbítero por
Sátiro, primer obispo de aquella ciudad. A poco de sufrir
éste el martirio, el papa san Julio I consagró a Donato
para la sede aretina. Hizo la entrada en la ciudad montado en un
borrico. Mientras oficiaba la misa el cáliz cayó de las
manos del diácono y se rompió, pero él lo
reparó milagrosamente y provocó la conversión de
79 gentiles. Fue detenido y decapitado durante la persecución de
Juliano el Apostata, por el prefecto Cuadraciano. Su vida y su virtud
fue muy celebrada por San Gregorio Magno.