SAN DESIDERATO DE
BOURGES
8 de mayo
550 d.C.
Nació
en Soissons. Ministro de Gracia y Justicia durante los reinados de los
reyes merovingios Clotario y Childeberto. Era un cargo nada
fácil por las intrigas del poder que reinaban a sus anchas en la
corte. Con su diplomacia intentó complacer a todo el mundo,
excepto a los que se proclamaban herejes. Soñaba con abandonar
la corte, una jaula verdadera de sospechas, intrigas y crueldades.
Deseaba retirarse pero no se lo permitían porque no
podían pasar sin él. Sin embargo, su anhelo se centraba
en la construcción de monasterios e iglesias. Y cuando pudo,
dejó la política para entregarse de lleno a los asuntos
religiosos.
Obispo
de Bourges (544), sucedió a san Arcadio. Fue el gran obispo de
la época merovingia. Con su trabajo, su ejemplo y su
predicación contribuyeron enormemente a que Francia saliera del
pozo caótico en el que había caído cuando el
imperio romano se vino abajo y la civilización cristiana daba
sus pasos de gigante en el siglo VI. Fue un atento guardián de
la fe y de la moral desde su sede de Bourges. Hermano de san Deodato.
Participó en el concilio de Orleans del 549. Acabó con
las herejías que habían importado los Bárbaros;
creció mucho el número de sacerdotes buenos y lo mismo el
número de cristianos. Pero en los momentos difíciles
recurrían a él para solucionar los problemas. Por
ejemplo, gracias a sus cualidades innatas de diplomático,
logró que hicieran las paces Anjou y Poitou. Murió cuando
regresaba del concilio de Clermont. La localidad de la región de
Berry donde falleció, luego se llamó Saint
Désiré, y se convirtió en lugar de
peregrinación.