18 de enero
625 d.C.
Natural de Leinster (Irlanda). Hermano mayor de san Galo. Era un monje
de Bangor y fue seleccionado como uno de los doce discípulos que
acompañarían a san Columbano de Bobbio en su
expedición misionera. Después de una breve estancia en
Inglaterra viajó a la Galia en el 576 y trabajó con san
Columbano y Galo en Austrasia y Burgundia, donde le ayudó a
fundar Luxeuil. En Luxeuil fue infatigable en su ministerio, y se
mantenía siempre sereno y alegre.
Cuando, en el 610, san Columbano fue obligado por la reina Brunilda a dejar el país, Deicolo, demasiado viejo para viajar, se quedó y fundó el monasterio de Luders o Lure en Borgoña, en la diócesis de Besançon, de donde fue el primer abad y, transcurrió los últimos años de su vida. Hasta su muerte ejerció el apostolado en esta región, donde recibió de Berthelde, viuda de Weifar, señor de Lure, una pequeña iglesia y un terreno. Pronto erigió una noble abadía para sus muchos discípulos, y adoptó la regla de san Columbano. Clotario II, rey de los burgundios, reconoció las virtudes del santo y enriqueció considerablemente la abadía de Lure, haciendo también a Deicolo donación de caza, bosques, pesca, etc. en los territorios de los alrededores del monasterio.
Deicolo es conocido por su buen humor y por sus numerosos milagros obrados en vida y después de su muerte. Sintiendo que se aproximaba su fin, san Deicolo dejó el gobierno de su abadía en manos de Columbano, uno de sus jóvenes monjes, y dedicó sus restantes días a la oración y la meditación. Sus actas fueron escritas por un monje de su monasterio en el siglo X. Patrón de Luders.
Cuando, en el 610, san Columbano fue obligado por la reina Brunilda a dejar el país, Deicolo, demasiado viejo para viajar, se quedó y fundó el monasterio de Luders o Lure en Borgoña, en la diócesis de Besançon, de donde fue el primer abad y, transcurrió los últimos años de su vida. Hasta su muerte ejerció el apostolado en esta región, donde recibió de Berthelde, viuda de Weifar, señor de Lure, una pequeña iglesia y un terreno. Pronto erigió una noble abadía para sus muchos discípulos, y adoptó la regla de san Columbano. Clotario II, rey de los burgundios, reconoció las virtudes del santo y enriqueció considerablemente la abadía de Lure, haciendo también a Deicolo donación de caza, bosques, pesca, etc. en los territorios de los alrededores del monasterio.
Deicolo es conocido por su buen humor y por sus numerosos milagros obrados en vida y después de su muerte. Sintiendo que se aproximaba su fin, san Deicolo dejó el gobierno de su abadía en manos de Columbano, uno de sus jóvenes monjes, y dedicó sus restantes días a la oración y la meditación. Sus actas fueron escritas por un monje de su monasterio en el siglo X. Patrón de Luders.