SAN DAVID
ROLDÁN URIBE
15 de agosto
1926 d.C.
David
Roldán nació en Chalchihuites (Zacatecas-México)
en 1907. Al año de nacer quedó huérfano de padre.
Estudiaba en el seminario de Durango, cuando las necesidades familiares
le hicieron dejar los estudios y el seminario y trabajar en la mina “El
Conjuro”, donde era muy apreciado por sus jefes y compañeros, de
manera que llegó a ser secretario del patrón. Se
enamoró de la hija de su patrón y le pidió
matrimonio, pero no llegaron a casarse porque a él lo mataron
antes.
Pertenecía a la Acción Católica, de
la que fue presidente en 1925, y vicepresidente de la Liga Nacional
Defensora de la Libertad Religiosa y por sus ideales religiosos fue
detenido junto con su párroco Luis Batis Sainz, su amigo Manuel
Morales y su primo Salvador Lara Puente. Su patrón Gustavo
Windel, fue a pedir su liberación, e incluso les ofreció
dinero, pero como pasara con la madre de Salvador, y la esposa de
Manuel, les dijeron que no les iban a matar sino solamente
querían interrogarlos. Todo un engaño. Fue ejecutado
junto con su primo Salvador por su defensa de los ideales de la
Acción Católica. Antes de morir solicitó que lo
mataran a él y no a sus dos compañeros, porque uno estaba
casado y el otro era el único sostén de su anciana madre.
El 29 de Julio de 1926, siguiendo las instrucciones de la
Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa, el párroco
organizó un encuentro, con la ayuda de los militantes de la
Acción Católica. Fue en la plaza de Chalchihuites. El
objetivo era informar a los feligreses de sus derechos y deberes como
ciudadanos y como cristianos.
Esta reunión fue falsamente interpretada, de manera
que el general Eulogio Ortiz, conocido por su odio a la Iglesia,
decidió darles un escarmiento. Envió a unos soldados, a
las órdenes del teniente Blas Maldonado, que con un
pelotón de soldados detuvieron al párroco y lo condujeron
a la Oficina de Recaudación de Rentas.
Al enterarse, Salvador Lara, convocó una
reunión de la A.C.J.M. para estudiar el modo de liberar al
sacerdote. Los soldados interrumpieron la reunión y detuvieron a
Salvador Lara, Manuel Morales y David Roldan, y los llevaron a la
Presidencia Municipal, amenazándolos con colgarlos, pero el
pueblo se puso de parte y dijeron que los iban a trasladar a Zacatecas.
Los sacaron de la cárcel y los condujeron en tres
automóviles y cuando llegaron al puente de Santa Teresa, bajaron
los presos, de dos en dos. Primero, don Luis y Manuel Morales, que
fueron fusilados de inmediato. Luego David y Salvador, a quienes
hicieron dar un paseo, durante el cual no cesaron de gritar "Viva
Cristo Rey y la Virgen de Guadalupe". Irritados los soldados les
dispararon a bocajarro. Un tiro de gracia destrozó el rostro de
Salvador, de quien dijo uno de los verdugos impresionado por su
heroísmo cristiano: "¡Qué lástima haber
matado a este hombre tan grande y fan fuerte!". Los restos de los
mártires se veneran en la parroquia de Chalchihuites.