SAN DANIEL DE PADUA
3 de enero
304 d.C.
Un
relato dice que era diácono de origen judío; ayudó
a san Prosdócimo, primer obispo de Padua, en su apostolado en el
norte de Italia y fue martirizado en dicha ciudad. Otra
narración relata que, era diácono de la Iglesia de Padua,
y que fue martirizado durante la persecución de Diocleciano, a
inicios del siglo IV.
Sin embargo, su
existencia sólo se conoció tras haberse encontrado su
cuerpo, en el 1075. Según la leyenda, difundida en esa
época y poco después, y cuyo núcleo
históorico parece cierto, el mártir se habría
aparecido a un ciego de Viterbo invitándole a pedir la gracia de
la vista en el oratorio de San Prosdócimo, en Padua. Allí
estaba la tumba de san Daniel, completamente ignorada. A la milagrosa
curación siguieron diligentes búsquedas, que culminaron
con el descubrimiento de un arca de mármol. El mártir
yacía en ella como había muerto: el cuerpo, extendido
horizontal sobre una tabla de madera y cubierto de una lossa de
mármol, estaba traspasado de largos clavos. Una
inscripción decía: “aquí descansa el cuerpo de
Daniel, mártir y diácono”.
El Obispo Ulderico, presente en aquel primer reconocimiento, hizo
transportar el 3 de enero de 1076 el arca a la nueva catedral de Santa
María, dentro de los muros de la ciudad; y para aplacar la
oposición de los monjes de Santa Justina -donde se había
encontrado el cuerpo- y de los habitantes del lugar, hizo erigir un
oratorio dedicado a San Daniel en el lugar donde ahora está la
homónima iglesia parroquial. Los restos del santo fueron
nuevamente trasladados en 1592 desde el altar mayor de la vieja
catedral al sotocoro de la nueva. Cuando en 1953 el lugar fue
acondicionado como oratorio de invierno, el arca de Daniel fue liberada
de los mármoles y bronces que ocultaban la que originalmente se
había descubierto: una antigua arca romana de mármol de
Carrara, a la que, posiblemente en la época del descubrimiento,
se le había quitado toda la antigua decoración pagana, y
agregado una enigmática inscripción. Los encargados
descifraron con distintas variantes la inscrpción de la leyenda.
Se lo festeja en la diócesis de Padua como patrono secundario el
3 de enero, aniversario de la primera traslación.