SAN CLEMENTE DE
OCHRIDA Y APÓSTOLES DE BULGARIA
27 de julio
916 d.C.
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En
Ochrida en Iliria, hoy Macedonia, san Clemente,
obispo de Drama, que, insigne por su cultura y conocimientos de las
sagradas letras, llevó al pueblo búlgaro la luz de la fe.
Junto a él son conmemorados los santos obispos Gorazd, Nahúm, Saba y Angelario,
que continuaron en Bulgaria el trabajo de los santos Cirilo y Metodio.
Clemente fue apóstol de los búlgaros. Se sabe que a una
temprana edad se unió a San Metodio. Acompañó a
santos Cirilo y Metodio a Tesalónica, colaborando activamente en
el nacimiento de la liturgia bizantino-eslava. Los siguió a
Pononia y a Roma, donde se piensa que fue ordenado sacerdote junto a
otro discípulo: san Nahúm. Tras la muerte de Cirilo en
Roma y la elección de Metodio para la sede de Sirmio, se
convirtió en uno de sus más estrechos colaboradores en la
difusión de la fe. En el 885 el enfrentamiento con el clero
latino de origen germánico desembocó en la ruptura (la
polémica teológica sobre el “Filioque” parece que fue su
causa); los discípulos más jóvenes fueron
arrestados y vendidos como esclavos en Venecia, mientras que los
más ancianos, entre ellos Clemente, fueron encarcelados y,
después obligados a expatriarse. Llegaron a Belgrado, entonces
avanzadilla del primer imperio búlgaro, y fueron recibidos con
todos los honores por el zar Boris, que les animó a que
evangelizaran sus territorios, ya que quería independizarse de
Constantinopla.
Hacia el 887, Clemente fue enviado a evangelizar la provincia de
Kutmievica, cuyas ciudades principaleseran Devol, Ochrida y Glavinica.
Desempeñó una amplia actividad de evangelización
de la población e instrucción de las nuevas generaciones
en las letras y liturgia eslava. En las cercanías de la ciudad
de Ochrida, erigió un monasterio dedicado a san
Pantalemón. Fue elegido obispo de Velica (Velika) por el rey
Simeón de Bulgaria, siendo de este modo el “primer obispo de
lengua búlgara”. Insigne por su erudición y ciencia en la
Sagrada Escritura, que llevó la luz de la fe al pueblo
búlgaro. Durante su largo episcopado, evangelizó todo sus
territorios y formó toda una generación de
clérigos. A pesar de que pidió que se le exonerase de su
cargo, no quisieron hacerle caso, y fue obispo activo hasta su muerte
en el monasterio de San Pantaleimón en Ochrida.