SAN CIRO DE
CONSTANTINOPLA
7 de enero
714 d.C.
Monje
en Amastris (hoy Amasra), ciudad del Ponto Euxino, predijo el retorno
al trono de Justiniano II Rhinotmetos, cuando este fue depuesto por el
usurpador Leoncio. En el 705 se cumplió la profecía, y el
emperador repuesto en su sede no olvidó a Ciro, y, destituido el
obispo de Constantinopla, Callinico, lo elevó al episcopado en
lugar de este.
El nuevo patriarca
ejerció sobre el emperador una benéfica influencia,
mitigando la crueldad en las venganzas contra los adversarios; por obra
suya fue recibido en Constantinopla con todos los honores el Papa
Constantino.
Ciro conservó
su sello episcopal por tres años. En el 712, depuesto por el
bárbaro Bardane -que sucedió a Justiniano con el nombre
de Filípico- fue sustituido por su propio secretario, Juan, y
exiliado. Se ignora el año de su muerte; el Sinaxario
Constantinopolitano lo
conmemora el 7 y el 8 de enero. Tiene culto local.