BEATA SANCHA SZYMKOWIAK
1942 d.C.
29 de agosto
Nació en Mozdzanow (Ostrow Wielkopolski, Polonia), en el seno de
una familia acomodada. El día de su bautismo recibió el
nombre de Juanita. Recibió una esmerada educación
religiosa e intelectual. Estudió lenguas y literaturas
estranjera en la universidad de Poznán. En su juventud ya
empezó a ayudar a los pobres, primero como miembro de la
Asociación mariana y de la Asociación de San Vicente. La
Eucaristía fue el centro de su devoción y celo
apostolico.
En 1934 viajó a Francia, y durante una
peregrinación a Lourdes, decidió hacerse religiosa,
confiándose a María Inmaculada. En 1936, superando varias
dificultades, ingresó en las Hijas de la Bienaventurada Virgen
María de los Dolores o Religiosas Seráficas en Poznan,
cambiando su nombre por el de María Sancja; se destacó
por su humildad y por su unión con Dios.
Durante la ocupación alemana, quiso permanecer en
el convento con otras hermanas, en vez de volver con su familia. Los
soldados alemanes la hicieron trabajar como traductora con los
prisioneros franceses e ingleses, a los que les animó y
confortó de tal manera que la llamaron “ángel de bondad”
y “santa Sanja”. Las enormes fatigas y difíciles condiciones del
convento de Poznan, supusieron una dura prueba para su salud ya que
enfermó de una grave forma de tuberculosis de laringe. Se
abandonó en manos de la Providencia y sufrió su
enfermedad con una gran serenidad. Murió el mismo día que
cumplía 32 años. Fue beatificada por el papa Juan Pablo
II el 18 de junio de 2002 en el curso de su viaje apostólico a
Polonia.