SAN CALOGERO "EL
ANACORETA"
18 de junio
561 d.C.
Nació en Calcedonia, junto al Bósforo, en un pueblo de la
antigua Tracia. Desde niño fue muy devoto y, ya joven,
peregrinó de Constantinopla a Roma, donde lo recibió el
papa san Félix III y le dio permiso para vivir en soledad en un
lugar impreciso.
En este lugar tuvo una visión angélica o una
inspiración celestial, que le indicó que debía
evangelizar Sicilia; se entrevistó con el Papa del que obtuvo la
autorización para partir hacia la isla, con sus
compañeros san Felipe, Onofrio y Arquileon, para liberar aquel
pueblo de los demonios y de la adoración de los dioses paganos.
Mientras san Felipe se dirigió a Agira y Onofrio y Arquileon se
fueron a Paternò, Calógero, durante el viaje a
Lípari, en las islas Eolias, fue invitado por los habitantes
para que se quedara con ellos durante algún tiempo, predicando
el Evangelio y enseñándoles cómo utilizar las
aguas termales en los momentos de necesidad.
Durante su permanencia en la isla de Lípari, tuvo
la visión de la muerte y condena del rey Teodorico, rey de los
lombardos. Después de otra visión, se dirigió a
Sicialia y vivió en Sciacca (Sicilia). Convirtió a sus
habitantes y curó a los poseídos. En el monte donde
vivió hoy se le llama: monte San Calógero. Es recordado
por su soledad, por la felicidad con la que gozó la vida, y por
sus exorcismos. Su vida está plagada de leyendas piadosas.
Patrón de Agrigento.