SAN CALMINIO
690 d.C.
19 de agosto
Gracias al
hagiógrafo del siglo XVII, Tomás de Aquino, conocemos la
vida de este santo, pero es una obra que tiene más de literatura
que de verdad histórica. Se dice que era duque de Aquitania y
conde de Auvernia (estos títulos fueron honoríficos pues
el ducado y el condado se constituyeron más tarde). Descendiente
de una familia de origen romana que se instaló en Clermont.
Calminio era un hombre de guerra, pero pronto se decidió a vivir
la austeridad de la vida monástica. Fundó tres
monasterios en el centro de Francia: la abadía de Velay
("Calminiacum", que más tarde se llamó Saint-Chaffre du
Monastier); algunos cenobitas se unieron a él y con ellos pudo
fundar este monasterio. Marchó a Roma para obtener la
consagración de este monasterio. A su regreso, pasó por
la isla de Lerins, junto a su mujer santa Namadia. Admirado por la
célebre abadía insular, decidió pararse durante
algunos meses. Aquí conoció la regla de san Benito. Al
partir, el abad de Lerins le autorizó a llevarse unos 20 monjes
para ayudarle en la fundación del monasterio de Mozac.
Después marchó a la diócesis de
Limoges, donde se refugió para vivir una existencia de
ermitaño. Cuando decidió regresar a la vida
pública, fundo en Limousin (Tulle) su segundo monasterio, que
tomó el nombre de Laguenne. El pueblo ya lo definía como
“santo”.
Pero él prefirió establecerse en Auvernia y
terminar alli sus días. Mucho antes de su muerte, se
instaló en Mozac, lugar propicio para la meditación,
tranquilo y rico en agua. Alli fundó la última
abadía. Después de la construción del monasterio,
dejó de nuevo a sus compañeros y marchó, por
última vez, a Roma. Alli se entrevistó con el Papa, que,
para enriquecer la abadía, le ofreció una parte del
cráneo de san Pedro (de aquí el nombre de San Pedro de
Mozac). A su regreso, se acercó a Agen, donde obtuvo una parte
del brazo de san Caprasio. El regreso de nuestro santo fue celebrado
con gran pompa, los monjes estaban contentos por gozar de las nuevas
reliquias e influencia. Poco después Calminio murió en
olor de santidad.