SAN CADWALLADR
FENDIGAID
12 de noviembre
664 d.C.
Último rey de Cymrica (Gales) de una tribu de raza celta. Era
hijo de Cadwallon, rey de Gwynedd en Gales y de su mujer Alcfrith,
hermana del rey Penda de Mercia. En el 634, con apenas un año de
edad, heredó el reino de su padre que murió en la batalla
de Heavensfield combatiendo contra san Oswaldo.
Se desencadenó
una guerra civil: el trono fue usurpado por Cadfael, hijo de Cynfeddw,
mientras nuestro santo tuvo que huir. Parece que creció en
Irlanda o en Bretaña, o en el reino de Gales vecino al suyo.
Cuando regresó a su patria, tuvo que luchar contra los sajones
de Wessex en Somerset (658), pero no venció. Después de
estas acciones militares, se dedico a los problemas internos, en
particular en defender a los cristianos de su país contra las
incursiones paganas y beneficiar a la Iglesia; entre otras cosas fue un
benefactor de la abadía de Clynnog Fawr. En una época de
devastaciones y desolación, representó un baluarte de fe
para su pueblo, encarnando el modelo de soberano descrito por la
Biblia. Cuando ya era anciano, se piensa que se hizo monje en el real
monasterio de Eglwys Ael en Ynys Mon.
En las “Tríadas
Galeses”, un documento medieval, se dice que fue uno de los tres
reyes con “las fajas doradas de la Isla de Bretaña”, hay
que decir que la faja dorada era signo del supremo poder temporal, que
se ponía alrededor del cuello, en el brazo o en la rodilla. En
otra “Tríada”, se le define como “Fendigaid” (“Beato” o
“Bendito” en galés) como otros dos soberanos, por su
dedicación a sus subditos cristianos.
Una tradición
cuenta que estuvo enfermo durante gran parte de su gobierno, mientras
la guerra civil proseguía de forma intermitente. Hacia el 664,
hubo una epidemia de peste y una gran carestía, tanto en
Britania como en Irlanda. El historiador Nennio afirma que nuestro rey
murió de peste, pero probablemente se confunde con su enemigo el
rey Cadfael.
El historiador
Godofredo de Monmouth afirma en cambio, en su “Historia Regum
Britanniae”, otra tradición en la que Cadwaladr,
sobrevivió a la peste, se refugió en Bretaña, como
huesped del rey Alain Hir (“el Alto”). Muchos años
después, presumiblemente después de Cadfael y el fin de
la peste, envió a su hijo Ifwr a Gran Bretaña, para
preservar el trono. Lo siguió poco después, porque se
ganó la fama de ser el último monarca que gozo de cierta
preeminencia sobre los otros reyes celtas. No confundir con san
Caedwalla. En Gales tiene dedicadas muchas iglesias. Una antigua
tradición lo exalta como “duque en batalla” contra los
anglosajones.
Algunas leyendas narran que, como el rey Arturo, regresará para
guiar a su pueblo a la victoria. También legendaria es la
tradición que se le atribuye el estandarte con el dragón
rojo, que hoy es uno de los símbolos de la identidad nacional
galesa, que fue retomado por el rey Enrique VII Tudor en la batalla de
Bosworth Fiel en el 1485, con la que terminó la Guerra de las
Dos Rosas.