SAN BRUNO DE WURZBURGO
27 de mayo
1045 d.C.

Hijo del
duque de Carintia, Corado, y primo del emperador Conrado II.
Pertenecía a la "capella" regia y a partir de 1027 fue canciller
para Italia, y en esta condición acompañó a Roma a
Conrado II en 1026; renunció al más brillante porvenir
para hacerse ejemplo de sacerdotes. Obispo de Würzburg en
Hungría (1034) fue recordado sobre todo como promotor de la
construcción de iglesias en toda su diócesis, obra en la
que gastó todo su patrimonio personal, así como la
reforma del clero. No descuidó sus obligaciones de servicios al
emperador al que acompañó a Italia en 1037 y por Alemania
en el 1040. En 1042 dedicó muchas horas a conseguir que
Inés de Poitou, hija del rey Guillermo de Aquitania, se casara
con Enrique III.
Mientras cenaba con el emperador Enrique III en Bosenburg,
cuando se desarrollaba la ceremonia de la investidura de su sobrino
Welfardo, en el castillo de la condesa Rihlinde, un día mientras
comían, el pavimento se vino abajo: hubo muertos y heridos,
entre ellos Bruno. Que murió una semana después, tras una
semana de auténtico purgatorio.
Se hicieron celebres sus comentarios sobre las Sagradas
Escrituras en el libro "Expositio in Psalmos", comentando cada salmo,
con textos de san Agustín y Casiodoro; "Comentario al Cantar de
los cantares"; "Comentario al Padrenuestro". Su cuerpo fue trasladado a
la catedral de Würzburgo donde está enterrado. Cuando
quisieron canonizarle Inocencio IV avisó: "ni los méritos
sin milagros, ni los milagros sin méritos, bastan para declarar
santo a un cristiano". Pasó el examen con nota excelente.