SAN BOTONTO
15 de enero
303 d.C.



   En 1841, en Roma, en vía Nomentana, cerca de las catacumbas de Santa Inés, se encontraron los restos de 8 mártires y una ampolla con sangre. En la inscripción sepulcral se leía: “Botonto qui vixit annis III. Mensibus II. in pace”. (Botonto, que vivió 3 años y dos meses (está aquí) en paz). Parece ser que este niño pertenecía a una noble familia de origen griego y que murió durante la persecución de Diocleciano.

  Por concesión del Papa Gregorio XVI, las reliquias se concedieron al rey de Cerdeña, Carlos Alberto de Saboya, que decidió trasladarlas a la iglesia de la Gran Madre di Dio de Turín, donde son veneradas.

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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)