SAN BERNARDO DE
CORLEONE
12 de enero
1667 d.C.
Se
llamaba Felipe Latini y nació en Corleone (Sicilia) en el seno
de una familia de zapateros muy religiosos, de manera que en el pueblo
se les conocía como “la casa de los santos”. Ejerció el
oficio de zapatero y fue muy amable con los pobres, hasta el punto de
pedir limosna para ellos.
Estaba considerado el
mejor espadachín de Sicilia, cuando en un duelo estúpido
hirió en una mano a su contrincante, que le había
provocado; tenía 19 años, entonces buscó asilo en
un iglesia, donde tuvo tiempo de meditar sobre su vida; pidió
perdón a su contrincante, que llegó a ser su amigo.
En 1631 solicitó su ingreso en los capuchinos del convento de
Caltanisetta, en Sicilia, y al tomar el hábito tomó el
nombre de Bernardo. Su vida fue simple, estuvo en diversos conventos de
la provincia: Bisacquino, Bivona, Castelvetrano, Burgio, Partinico
Agrigento, Chiusa, Caltabellotta, Polizzi y por último en
Palermo donde pasó los últimos 15 años de su vida
y donde murió. En el convento ingresó como hermano lego y
fue cocinero, lavandero e hizo fortísimas penitencias y
mortificaciones y sobre todo viviendo la caridad hacia el
prójimo y sus hermanos de comunidad. Sus superiores para
mitigarle las penitencias le nombraron sacristán. Durante un
terremoto en Palermo ayudó con todas sus fuerzas a sus
conciudadanos. San Juan Pablo II lo canonizó el 10 de junio
del 2001.