SAN BERCARIO
26 de marzo
685 d.C.
Oriundo de
Aquitania. Fue monje y presbítero benedictino en Luxeuil y
primer abad de Hautvilliers en Champaña (una casa fundada por
san Nirvado -su maestro-, obispo de Reims, otros autores dicen que esta
abadía la habría fundado él). Fundó dos
nuevos monasterios uno masculino en Moutier-en-Der y otro femenino de
Puelle-Moutier; según se dice, las primeras seis religiosas de
ese convento eran unas esclavas que el santo había rescatado.
Fue peregrino en Roma
y Palestina y a su regreso se estableció en Moutier-en-Der,
donde había un joven monje llamado Daguino, cuya conducta era
poco satisfactoria. En cierta ocasión, san Bercario le impuso
una grave penitencia. Entonces Daguino, furioso al ver que su abad le
reprendía constantemente, penetró en la celda de san
Bercario por la noche y le apuñaló. En cuanto
cometió el crimen, el miedo y los remordimientos le hicieron
precipitarse a tocar a rebato la campana de la iglesia, por lo que
todos los monjes acudieron inmediatamente a la celda del abad y le
encontraron agonizante. Bercario murió perdonando a su asesino y
fue venerado como mártir. El Martirologio Romano actual no lo cataloga como
mártir.
Algunas veces se le representa junto a un barril de vino, con lo que se
alude a la siguiente leyenda: cuando Bercario era monje en Luxeuil, su
abad le mandó llamar en el momento en que transvasaba el vino y
acudió inmediatamente, sin preocuparse siquiera por tapar el
tonel. Cuando volvió a la bodega, se encontró con que se
había obrado el milagro de que el vino, en vez de seguir
fluyendo, se había detenido en el aire, como si el chorro
estuviese congelado.