SAN BENIGNO DE TODI
13 de febrero
303 d.C.
Benigno
pertenece a la innumerable multitud de víctimas de la última
cruenta persecución anticristiana de Diocleciano y Maximiano, al comienzo
del siglo IV. Los datos de este santo son muy escasos. Se sabe que nació
y vivió en Todi (Italia), en donde fue ordenado sacerdote por su bondad
y rectitud. Soportó valientemente la tortura y la muerte, y fue enterrado
por manos piadosas a la orilla de un camino, en donde después se construyó
un monasterio benedictino. En 1904
se colocaron sus reliquias en el altar mayor de la iglesia de San Silvestre.
El culto de este Santo no se ha difundido mucho; casi se lo recuerda sólo
en Todi, su pueblo natal.