SAN BASILISCO DE COMANA
22 de mayo
312 d.C.



   Nació en Amasea del Ponto en el mar Negro y era sobrino de san Teodoro de Amasea. Obispo de Comana en el Ponto. Fue decapitado durante la persecución de Maximino el Tracio, después de torturarlo cruelmente; su cuerpo fue arrojado a un río de Nicomedia, pero fue recuperado y trasladado a Comana. Fue éste el santo que se apareció a San Juan Crisóstomo la noche antes de su muerte. 

   Según los sinaxarios ortodoxos, no era obispo, ni parece que hubiera pertenecido al clero. Al enterarse el gobernador de Capadocia, Agripas, que Basilisco era cristiano lo mando apresar, y lo presionó bajo tortura para que apostatara, pero él se mantuvo firme en su fe. Mientras estaba en la prisión le suplicó al Señor que no le dejara morir mártir ya que no era digno de participar del honor de los mártires. El Señor en una visión le liberó de la prisión y le dijo que fuera a casa de su pariente Teodoro. Cuando se supo que había salido de la cárcel, los soldados le apresaron de nuevo y lo llevaron a Comana de Capadocia, obligándole a caminar con sandalias tachonadas con clavos. Fue decapitado en Comana y su cuerpo arrojado al río durante la persecución de Diocleciano. 


   En el anterior 
Martirologio Romano, aparecía conmemorado junto con santos Cleónico y Eutropio el 3 de marzo. Esto es porque en las Actas de su martirio, en las que se dice que estos tres mártires, militares de profesión y parientes de san Teodoro “Tyro”, fueron descubiertos como cristianos. Después de padecer diversos tormentos fueron trasladados a Comana donde Eutropio y Cleónico fueron ejecutados; Basilisco murió mártir poco tiempo después. Esta distancia del martirio es lo que ha hecho la doble fecha de la conmemoración de Basilisco.

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(Parroquia San Martín de Porres)