SAN BASILIO "MAGNO"
(Doctor de la Iglesia)
2 de enero
379 d.C.
Nació en
Cesarea de Capadocia (actual Kayseri). Hijo de santos Basilio "el
Viejo" y Emelia. Hermano de san Gregorio de Nisa, san Pedro de Sebaste,
Naucracio (monje a orillas del Iris) y santa Macrina. Su abuela santa
Macrina "la Vieja", fue quién lo educó. Estudió
primero bajo la guía de su padre, y después en
Constantinopla y Atenas, donde inició una fértil amistad
con san Gregorio Nacianceno. Terminados los estudios empezó a
enseñar Retórica. Como la profesión de maestro de
Retórica era muy importante y bastante honorífica,
Basilio soñó en alcanzar la gloria y la fama, pero las
conversaciones con su hermana santa Macrina, se inició un
proceso de conversión que le hicieron pedir el bautismo que
recibió de manos del obispo de Cesarea, Dianio. Inició
una peregrinación por distintos lugares y el ejemplo de los
monjes que conoció en Egipto, Palestina y Siria le hicieron,
renunciar a sus bienes en beneficio de los más pobres y junto
con san Gregorio Nacianceno, seguir la vida religiosa; escribió
una "Regla" para
la organización del monacato sea masculino que femenino. Es la
única Orden monástica que existe en la Iglesia griega. Se
retiró a un lugar llamado Nisa (o Sens) a orillas del Iris,
cerca de Cesarea, donde edificó un monasterio. En el 360,
acompañó a su obispo Dianio al I Concilio
Ecuménico de Constantinopla como lector, al regreso
terminó sus dos obras ascéticas "Sobre el juicio de
Dios" y las "Reglas
morales".
Se distinguió
por su preocupación social y por sus escritos. Fue ordenado
sacerdote en el 364 por el nuevo obispo de Cesarea, san Eusebio de
Samosata y lo convirtió en su colaborador. De aquí
salió la obra "Liturgia de San Basilio". Asistió
al concilio de Lampsaco donde conoció el arrianismo más
radical representado por Eutimio y compuso la obra "Contra Eutimio" en defensa del Concilio de
Nicea.
Las relaciones con su obispo se enfriaron y Basilio regresó a su
retiro monástico donde compuso "Pequeño
Ascético". Fue elegido arzobispo de Cesarea, metropolitano
de Capadocia y exarca del Ponto en el 370, sucediendo a san Eusebio, y
desde la cátedra luchó contra el arrianismo y los
macedonistas, que tenían el apoyo del emperador Valente de
Bizancio; con gran coraje conservó la fe católica en toda
la Capadocia. Defendió la unidad de la Iglesia y apoyó y
luchó por los más pobres creando hospitales. Con este fin
dedicó todas sus energías en la predicación y en
la creación de obras doctrinales. Su obra "Sobre el
Espíritu Santo" todavía
no ha sido superada por la teología católica donde se
defendió de falta de ortodoxia.
Sabemos que era incorregiblemente testarudo y temerario; luchó
contra el arrianismo y fue acusado de ser él también
hereje. Frustrado y desanimado, escribió: “Por mis pecados,
parezco no tener éxito en nada”, sin embargo no permitió
que los pensamientos negativos le dominaran. La razón de este
desánimo fue que tuvo que soportar el cisma de Antioquía,
entre dos obispos ortodoxos, san Melecio y Paulino, Basilio
intentó informar al Occidente cristiano, al papa san
Dámaso y a las iglesias de las Galias, que ignorantes de la
situación de Oriente, condenaron al obispo legítimo san
Melecio. Será para Oriente lo que San Benito para Occidente. En
Oriente es el primero de los tres santos Jerarcas.