SAN BASIANO DE LODI
19 de enero
413 d.C.

Nació en Sicilia en el seno de una familia pagana; era hijo de
Sergio, gobernador de Siracusa durante el imperio de Constantino. Su
padre lo envió a Roma para que estudiase y así sucederle
en el gobierno de la ciudad. En Roma, Basiano, se dedicó al
estudio de la religión cristiana, donde se convirtió y
fue bautizado por un sacerdote llamado Giordano. El padre, al
enterarse, se enfadó muchísimo y envió a sus
emisarios con el fin de conseguir su renuncia a la nueva fe y,
conducirlo de vuelta a casa. Pero Basiano mientras oraba en la iglesia
de San Juan Bautista, fue advertido por el Cielo de la trama de su
padre, y huyó a Rávena, haciendo perder sus huellas. En
esta ciudad fue ordenado sacerdote, donde conquisto fama por su
sabiduría y amor al prójimo.
Cuando en el 376, la ciudad (377) de Lodi quedó en sede vacante,
fue consagrado Obispo y, según cuenta una leyenda, al ocupar su
sede muchas personas que padecían lepra fueron curadas
milagrosamente, mientras una voz de lo alto les aseguraba que esta
ciudad jamás padecería esta enfermedad. Fue obispo de
Lodi durante 30 años. Tuvo grande amistad con san Ambrosio de
Milán, con el que estuvo en el concilio de Aquileya (381).
Patrón de Lodi.