SAN BARBADO DE
BENEVENTO
19 de febrero
682 d.C.
Había nacido en la pedanía de Vandano del ayuntamiento de
Cerreto (Italia), en el seno de una modesta familia. Estudió en
Benevento y joven sacerdote, se había distinguido por la
seriedad y pureza de sus costumbres, afirmándose sobre todo como
predicador, en el cuidado de las almas del pueblo de Morcone. Fue
injustamente calumniado, justamente en aquella pureza moral que el
cuidaba tanto; por ello fue llamado a Benevento donde prosiguió
su labor de predicador, dedicado en luchar contra la
superstición y la idolatría imperantes.
Su misión consistió en convertir al cristianismo a los
lombardos (pueblo bárbaro que había establecido su ducado
independiente dentro de esta ciudad), para ello tuvo que ejercer de
profeta, cuyos vaticinios se fueron cumpliendo y así fue
haciendo mella en el ánimo de los invasores. Fue nombrado obispo
de Benevento, cuando la ciudad era asediada por Constante II de
Bizancio. El duque Romualdo de Benevento solicitó su ayuda, que
se la dio animando a los ciudadanos a la resistencia; cuando vencieron
los lombardos, el duque y su casa dejaron sus costumbres paganas y se
adhirieron fielmente al cristianismo. Como obispo acudió como a
los concilios de Roma (680) y Constantinopla. Está enterrado en
la catedral de Benevento.