SAN AUSTREGISILO DE
BOURGES
20 de mayo
624 d.C.
Natural
de Bourges; fue educado para ser cortesano -vivió en la corte
del rey merovingio Gontrán-, pero, después de rechazar el
matrimonio, prefirió la vida de monje e ingresó en la
abadía de Saint-Nizier en Lyon, de donde fue sacerdote y
abad.
La historia dice que víctima de las calumnias, fue
condenado a
batirse en duelo con su acusador para demostrar su inocencia: su
adversario murió poco antes del combate como consecuencia de una
caída del caballo y el pueblo vio en ello una prueba
providencial de la inocencia del joven. El hecho movió a
Austregisilo a poner en práctica su proyecto de retirarse del
mundo. Así pues, cuando el rey le propuso que contrajese
matrimonio, el santo respondió: «Si me toca en suerte una
mujer buena, tendré miedo de perderla y si me toca en suerte una
mujer mala, desearé una mejor».
Fue
ordenado sacerdote por su amigo san Eterio, quien le nombró abad
de Saint-Nizier, en Lyon. Sus milagros y su prudencia en el gobierno de
la abadía le ganaron gran fama. Fue elegido obispo de Bourges
(612-624), sucediendo a Apolinar. Se opuso a las exacciones de los
reyes merovingios. Durante su episcopado, san Amando de Elnone, futuro
apóstol de Bélgica, se estableció en una celda
junto a la catedral de Bourges para vivir como recluso. En el 614
asistió al concilio de París. De acuerdo con una leyenda
forjada para retrotraer los orígenes de la iglesia de Bourges
hasta la época apostólica, habría recibido una
antorcha de manos de san Pedro. Patrón de Bourges y de otros
municipios franceses.