SAN ARNOLDO DE JANSSEN
15 de enero
1909 d.C.
Natural de Goch, diócesis de Münster (Alemania). Su padre
Gerardo, era campesino y transportista. Arnoldo fue el segundo de once
hermanos. Su padre hacía que sus hijos leyeran desde
pequeños los "Anales" de la Obra de Propaganda
Fidei, para que vivieran desde niños el espíritu
misionero. A los 12 años ingresó en el seminario menor de
Gaesdonck. Se licenció en ciencias puras y naturales en la
universidad de Bonn. A los 24 años fue ordenado sacerdote (1861)
para la diócesis de Münster.
Fue nombrado
vicerrector de la Escuela Superior de Bocholt donde durante 12
años ejerció como profesor de su especialidad en y, al
mismo tiempo, recorrió cientos de parroquias de la
diócesis de Münster dando conferencias y formando grupos de
oración; fue nombrado director diocesano del Apostolado de la
Oración, lo que le permitió tener contacto con la prensa.
En 1872, viajó a Alemania oriental, Alsacia, Lorena, Suiza y
Austria, así como el sur de Alemania para infundir en la gente
el interés por Cristo y la Iglesia, estimulándoles a
actos de caridad concreta.
En 1874, fundó
la revista "Pequeño Mensajero del Corazón de
Jesús", a través de la cual recaudó fondos
para ayudar a las misiones católicas. Ya antes había
tenido ocasión de organizar una colecta para ayudar a san Daniel
Comboni en sus misiones de África. Intentó fundar un
seminario para la formación de misioneros, pero la iglesia
alemana en aquellos momentos tenía dificultades con la
política del “Kulturkampf”. Pero su idea no cayó en
vacío.
Cuando tenía 36
años, Arnoldo se trasladó a Kempen. Entró en
contacto con algunos misioneros y decidió crear un seminario de
misiones en Steyl (Holanda) gracias a la acogida que le brinda el
obispo de Roermond (Holanda), J. A. Paredis; fue nombrado rector de
este seminario. De toda Alemania le llegaron estudiantes, y creó
la Sociedad del Verbo Divino. Cuatro años más tarde
salieron los primeros misioneros a China, uno de ellos fue el beato
José Freinademetz. A sus 52 años, fundó la rama
femenina: las Misioneras Siervas del Espíritu Santo, gracias a
los contactos que había mantenido con san Daniel Comboni; a los
59 años, creó la Congregación de las Siervas del
Espíritu Santo de la Perpetua Adoración (son las
misioneras de clausura). Hoy los misioneros del Verbo Divino
están extendidos por todo el mundo. Fue beatificado por
SS Pablo VI en 1975 junto a su primer misionero san José
Freinademetz, y canonizado por SS Juan Pablo II el 5 de octubre de
2003, también junto al santo misionero.