SAN ARMENTARIO DE
PAVÍA
30 de enero
731 d.C.
Fue
obispo de Pavía (710 - c.722); durante su episcopado su sede se
separó de la jurisdicción de la de Milán y puesta
directamente bajo la romana; además acogió solemnemente
en la basílica de San Pedro in Coelo Aureo los restos de san
Agustín, trasladados por el rey Luitprando. Sus reliquias
están en la catedral de Pavía, y su tumba se
convirtió en meta de numerosas peregrinaciones.
Ferrarius (siglo XVII) conserva de la tradición de Armentario
una frase sobre la oración: decía el santo que «las
cosas justas pedidas con justicia son escuchadas, ya que la
oración es eficacísima y su imperio es sublime: su fuerza
apaga fuegos, cierra la boca de los leones, disuelve las contiendas,
expulsa al demonio, hace huir las tempestades y enfermedades, rompe las
ataduras de la muerte, y aleja de nosotros la ira divina y todos los
males.»