Fue el 13º
abad del monasterio benedictino de Tournus, (Sône-et-Loire)
entonces en la diócesis de Autun; sucedió a Barnerio,
rigió la abadía durante 28 años. Restauró
los edificios del monasterio y fue un padre para el pueblo durante la
carestía de los años 1030-1033. Se empeñó
con todas sus fuerzas en aliviar los sufrimientos de los pobladores,
que llegaban a la desesperación, distinguiéndose por su
generosidad y caridad. Durante su gobierno, el monasterio
recibió en donación las iglesias de San Juliano, en la
diócesis de Ginebra (Annecy), y de San Ferreolo, en la
diócesis de Vienne.
El cuerpo de
Ardano, fue sepultado en una capilla dedicada a él, aunque en
1562 los hugonotes dieron a las llamas sus reliquias. Ardano
recibió inmediatamente culto público, y en Tournus se
celebran tres fiestas anuales a su nombre: el 13 de junio y el 5 de
octubre, traslaciones de sus reliquias, y el 11 de febrero en recuerdo
de su nacimiento en el cielo. Tiene culto local.