SAN ANSELMO DE LUCCA
18 de marzo
1567 d.C.
En Mantua,
en la Lombardía, tránsito de san Anselmo, quien, siendo
obispo de Lucca, en la controversia de las investiduras,
fidelísimo a la Sede de Roma, puso en manos del Papa San
Gregorio VII el anillo y el báculo pastoral que, a su pesar,
había recibido de manos del emperador Enrique IV, y, expulsado
de la sede por los canónigos que rechazaban la vida comunitaria,
fue enviado a Lombardía como legado del Papa, que le tuvo como
un valioso colaborador.