SAN ANASTASIO "EL
LAVANDERO"
308 d.C.
26 de agosto
Según la tradición nació en Aquilea, no lejos de
Venecia en el seno de una noble familia, pero queriendo vivir del
trabajo de sus propias manos, según el mandato paulino,
aprendió el oficio de batanero. Se trasladó a Dalmacia y
continuó con su oficio en Salona profesando abiertamente su
religión. Durante la persecución de Diocleciano, al
pintar una cruz en su puerta, fue capturado y martirizado atado a la
cola de un caballo y luego decapitado.
Según otra versión, su cuerpo fue arrojado
al mar con una piedra atada al cuello. Asclepia, una matrona de la
ciudad, prometió dar la libertad a todos sus esclavos si
recuperaban el cuerpo del mártir. Los esclavos lo encontraron
casualmente en la choza de unos negros que lo habían recogido
del mar. Los moradores de la choza no querían entregar el
cadáver y los esclavos los asustaron diciéndoles que iban
a acusarles de haber matado al hombre blanco, y así recuperaron
el cuerpo y lo llevaron en triunfo a la casa de su ama. Asclepia le dio
sepultura honorable en su jardín que, más tarde, se
convirtió en un cementerio cristiano, con su basílica.
Su existencia histórica y culto antiguo
están fuera de toda duda, aunque las «actas»
posiblemente mezclan retazos históricos con leyenda. El papa
Juan IV (640-42) hizo transportar a Roma las reliquias del
mártir, junto con otras de santos dálmatas, y las
depositó en la capilla de San Venancio, en el bautisterio
lateranense, donde el mártir está representado en un
mosaico. Patrón de Split (Spalato) cerca de la antigua Salona.