SAN ALEJANDRO DE
JERUSALÉN
18 de marzo
251 d.C.
Discípulo de los santos Panteno y Clemente Alejandrino en
la escuela catequética de Alejandría y compañero
de estudios de Orígenes, al que defendió toda su vida y
ordenó sacerdote lo que le provocará no pocos sinsabores
con el obispo de Alejandría, san Demetrio. San Alejandro tuvo un
conflicto con el obispo Demetrio de Alejandría, quien le
censuró por haber tomado parte en la ordenación de
Orígenes y por haberlo alentado a predicar en las iglesias,
cuando era aún seglar. Por testimonio de Orígenes sabemos
que Alejandro de Jerusalén sobresalía entre todos los
prelados por su mansedumbre, dulzura y discernimiento.
Fue elegido obispo
de su ciudad natal en Capadocia. Encarcelado por la fe durante la
persecución de Septimio Severo. Después de ser liberado
marchó a Jerusalén, donde fue nombrado coadjutor de san
Narciso, obispo de Jerusalén (es el primer ejemplo que se conoce
de traslado episcopal y de oficio de obispo coadjutor). En
Jerusalén, acogió a Orígenes, entonces exiliado, y
fundó para él una biblioteca de autores
eclesiásticos y una escuela; la biblioteca fue la primera en su
género y que luego servirá a Eusebio. Cuando el edicto
del 202, de Septimio Severo, prohibiendo la propaganda cristiana, se
marchó a Capadocia junto con su maestro San Clemente
Alejandrino.
Las Actas de Orígenes dicen de
él: "En Palestina, Alejandro, obispo de Jerusalén,
después de pasar nuevamente ante el tribunal del gobernador en
Cesarea y dar segundo e ilustre testimonio de la fe, tuvo que sufrir la
prueba de la cárcel, en avanzada edad y coronado de venerables
canas. Después de dar brillante testimonio de la fe ante el
tribunal del gobernador, Alejandro murió en la cárcel,
sucediéndole en el episcopado de Jerusalén, Mazabanes".
Algunos autores dicen que murió bajo la persecución de
Decio.