SAN ALEJANDRO DE
BERGAMO
303 d.C.
26 de agosto
Era
portaestandarte de la Legión Tebana, pero no se encontraba
presente en el momento en que fueron martirizados san Mauricio y
compañeros mártires durante la persecución
de Maximiano; huyó hacia Italia pero fue reconocido
en Milán y atrapado. En la cárcel es visitado por san
Fidel y el obispo san Materno, y el propio san Fidel le organiza la
fuga, pero en Como fue nuevamente capturado y enviado a Milán
para su decapitación. Fue milagrosamente librado de ella y
vuelve a huir, refugiándose en Bérgamo.
Una vez allí, no se mantiene escondido, sino que se
dedica a predicar y convertir a los bergamascos, entre los que se
cuentan los futuros mártires Fermo y Rústico, fue
apresado y decapitado en Bérgamo, porque había derribado
y pisoteado a los ídolos, en el sitio donde en la actualidad se
encuentra la iglesia de San Alessandro in Colonna. Su cabeza cortada
habría sido envuelta en una toalla por la matrona santa Grata.
Las gotas de sangre que cayeron a tierra se transformaron en un
semillero de flores.