Salmo 89
Entra en oración:
Cantaré eternamente el amor del Señor.
"Este himno real se centra en la fidelidad del amor de Dios, orando sobre ella desde distintas persperctivas que siguen el recorrer de la historia de la salvación. Proclama su poder cósmico sobre el mar, el mundo y cuanto contiene, las potencias marinas, el norte y el sur, y los grandes montes. Canta su elección del pueblo de Israel; confirma la promesa mesiánica hecha por Natán a David, pregunta donde está su fidelidad ante la derrota del rey y suplica que muestre de nuevo su amor.
Ora unos momentos con el espíritu del Salmo 89:
* Di a Dios lo feliz que te sientes de ser elegido como miembros de la Iglesia, el nuevo Pueblo de Dios. Bendícelo por la creación y todo lo bueno que te da a través de ella.
* Agradece el cumplimiento de sus promesas en Jesús, hermano y salvador nuestro.
* Reflexiona sobre la fidelidad del amor misericordioso de Dios, que nos llama constantemente a la conversión.
* Pide a Dios de todo corazón que vivas siempre en su amor, junto con tu familia, tus amigos, tu comunidad, tu pueblo y el mundo entero.
Termina con la exlamación: "¡Bendito sea el Señor eternamente! ¡Amén! ¡Amén!. (Salmo 89,53), frase con que se corona cada uno de los cuatro primeros libros del Salterio.
Cantaré eternamente el amor del Señor.
"Este himno real se centra en la fidelidad del amor de Dios, orando sobre ella desde distintas persperctivas que siguen el recorrer de la historia de la salvación. Proclama su poder cósmico sobre el mar, el mundo y cuanto contiene, las potencias marinas, el norte y el sur, y los grandes montes. Canta su elección del pueblo de Israel; confirma la promesa mesiánica hecha por Natán a David, pregunta donde está su fidelidad ante la derrota del rey y suplica que muestre de nuevo su amor.
Ora unos momentos con el espíritu del Salmo 89:
* Di a Dios lo feliz que te sientes de ser elegido como miembros de la Iglesia, el nuevo Pueblo de Dios. Bendícelo por la creación y todo lo bueno que te da a través de ella.
* Agradece el cumplimiento de sus promesas en Jesús, hermano y salvador nuestro.
* Reflexiona sobre la fidelidad del amor misericordioso de Dios, que nos llama constantemente a la conversión.
* Pide a Dios de todo corazón que vivas siempre en su amor, junto con tu familia, tus amigos, tu comunidad, tu pueblo y el mundo entero.
Termina con la exlamación: "¡Bendito sea el Señor eternamente! ¡Amén! ¡Amén!. (Salmo 89,53), frase con que se corona cada uno de los cuatro primeros libros del Salterio.