BEATO RUPERTO MAYER
1 de noviembre
1945 d.C.
En su
primera audiencia pública, concedida a cinco mil compatriotas
alemanes, 25 de Abril, 2005, el Papa Benedicto XVI presentó como
ejemplo de vida al Beato Rupert Mayer (1876-1945), sacerdote que con su
vida desafío al nazismo y fue internado en un campo de
concentración. Nacido
en Stuttgart, el 23 de enero 1876, entró en la
Compañía de Jesús en 1890. Fue capellán de
inmigrantes y ayudó espiritualmente a los soldados en la primera
guerra mundial, donde quedó herido. Por este motivo, se le
amputó la pierna izquierda. Reanudó su ministerio
dedicándose a los pobres y a la dirección de la
Congregación Mariana de Múnich.
El padre Mayer fue uno de los primeros que comprendieron
la naturaleza del movimiento hitleriano y desde 1923 afirmó que
un católico no podía adherir al nacionalsocialismo.
Cuando en 1933 Hitler llegó al poder, siguió manteniendo
públicamente sus ideas, motivo por el cual fue encarcelado en
1939 y encerrado en el campo de concentración de Sachsenhausen. Dado
que su salud empeoró gravemente, los nazis, por miedo a que su
muerte en el campo de concentración hiciera de él un
mártir, le internaron en la abadía de Ettal. Murió
en 1945, en Múnich, a causa de un derrame cerebral mientras
predicaba. Juan Pablo II le beatificó en esa ciudad el 3 de mayo
d 1987. Su tumba que se encuentra en Múnich es hoy un lugar de
oración.