BEATO ROGERIO
CADWALLADOR
1610 d.C.
27 de agosto
Nació en Stretton Sugwas (junto a Hereford), hijo y heredero de
un hacendado labrador. Desde la infancia deseaba ser sacerdote y obtuvo
licencia de su padre para pasar a Reims, desde donde, siendo
diácono, pasó al colegio inglés de Valladolid, y
allí recibió el presbiterado. En 1594 volvió a
Inglaterra y se estableció en su condado natal, con el nombre de
Rogers, y durante dieciséis años realizó una
intensa labor pastoral con gran celo y dedicación, provocando
muchas conversiones entre los trabajadores y gente del pueblo. Persona
muy instruida, manejaba muy bien el griego.
Cuando pareció que a partir del 5 de noviembre de
1602 la reina Isabel I estaba dispuesta a llegar a cierto género
de tolerancia con los católicos, Rogerio fue uno de los llamados
«sacerdotes apelantes» dispuestos a reconocer como
legítima a la Reina (30 de enero de 1603) y a obedecerla en
todos los asuntos temporales y a oponerse a cualquier
conspiración contra ella o invasión de su reino. Pero los
apelantes no dejaron de señalar que ellos reconocían como
cabeza de la Iglesia al obispo de Roma y esto por derecho divino, y que
estaban dispuestos a defender esta fe al precio de sus vidas. Trece
eminentes sacerdotes seculares, entre ellos Rogerio, presentaron el
documento, pero sus diputados fueron apresados y la campaña
anticatólica prosiguió.
Ninguno de los firmantes fue perseguido o llevado a la
muerte mientras vivió Isabel. Llegado al trono Jacobo I,
pareció que iba a ser tolerante con los católicos, pero
tras la llamada «Conspiración de la pólvora»,
no sólo se ajustició a los conspirados, sino que se
endurecieron de nuevo las políticas anticatólicas. En
1606 se quiso imponer el llamado «Oath of allegiance» que
obligaba a los católicos a condenar como impía y
herética la pretensión de que un monarca depuesto por el
papa podía ser depuesto o asesinado. Aunque algunos prestaron el
juramento, la mayoría lo rechazó y el papa Paulo V lo
condenó. Rogerio continuó su labor pastoral en secreto
hasta que en Pascua de 1610 fue detenido en casa de una señora
católica. Interrogado, reconoció ser sacerdote, y
discutió los asuntos de religión con el obispo de
Hereford, Robert Bennet. Se negó a jurar el “Oath of allegiance”
y fue enviado a la cárcel de Hereford encadenado. En la
cárcel se deterioró mucho su salud. Cuando se le
sacó para ser ejecutado se le ofreció repetidamente la
vida y la libertad si prestaba el juramento. Él se negó.
Fue ejecutado por ahorcamiento y descuartizamiento en Leominster, el 27
de agosto de 1610. El Papa Juan Pablo II lo beatificó el 22 de
noviembre de 1987.