BEATO ROBERTO
MONTSERRAT BELIART
13 de noviembre
1936 d.C.
Hijo de
Víctor y de Gertrudis, era natural de Reus (Tarragona) y
había nacido el 17 de junio de 1911. Tenía dos hermanos
mayores y tres más pequeños. Su padre y su hermano
Victorino murieron también víctimas de la
persecución de 1936. Su hermana Josefa es religiosa claretiana.
Fue alumno del colegio San Pedro Apóstol de Reus, desde 1919
aproximadamente hasta 1922.
A los once años, sintiéndose llamado a la
vida religiosa y al sacerdocio, ingresó en el colegio Nazareno
de Blanes. El 24 de septiembre de 1926 vistió el hábito
religioso e inició el noviciado en el colegio Sagrada Familia de
Les Corts, siendo maestro de novicios el padre Ramón
Oromí. Profesó el 25 de septiembre de 1927. Cursó
los estudios de filosofía y teología en el mismo
escolasticado y realizó las prácticas de enseñanza
en el colegio de Huérfanos de Sant Julià de Vilatorta y
en el colegio Nazareno de Blanes, como viceprefecto de aspirantes. El
día 20 de septiembre hizo los votos perpetuos en el
escolasticado de Les Corts. Entre noviembre de 1929 y marzo de 1936 fue
recibiendo las órdenes sucesivas hasta el sacerdocio, que tuvo
lugar el día 7 de aquel último mes y año.
El padre Roberto era de estatura más bien alta y
delgado. Era algo nervioso, usaba gafas y tenía buenas
cualidades para la música y para la pintura. Era muy piadoso,
formal y observante, más bien riguroso y ascético,
aunque, quizás, demasiado seguro de sí mismo. Era una
persona competente y responsable, siempre atento a la buena
enseñanza acompañada del buen ejemplo. Cumplidor de sus
obligaciones, destacaba por su porte grave, piadoso, agradable y con
vivo interés en cumplir bien su oficio. Rezaba con piedad en
todos los actos comunitarios y durante los pocos meses que pudo
celebrar la santa misa lo hizo con mucha atención y
devoción. Se le recuerda como un religioso ejemplar, jovial y
alegre. De carácter bondadoso pero al mismo tiempo impregnado de
cierta gravedad. Estaba muy preparado en general y, sobre todo, muy
entregado y celoso de su misión pedagógica. El padre
Roberto era uno de los destinados a la delegación argentina que
debía embarcar el 21 de julio de 1936. Terminado el curso
1935-36 en el escolasticado de Les Corts y en vigilias de embarcar, fue
por unos días a Reus para despedirse de sus familiares.
A mediados de noviembre de 1936, los milicianos
acordonaron la manzana en la que vivía el padre Roberto y
registraron piso por piso, entrando donde estaba hospedado y
llevándose a todos los que vivían en la pensión,
al propietario y a otros religiosos a la cárcel del castillo Fue
asesinado en los alrededores del mismo, probablemente en la fosa de
Santa Elena, el día 13 de noviembre de 1936. Contaba 25
años de edad y 9 de profesión religiosa. Sus restos
mortales no fueron hallados pero en 1940 se inscribió su
desaparición en el Juzgado n° 8 de Barcelona.