BEATA RITA AMADA DE
JESÚS
6 de enero
1913 d.C.
Nació en un pequeño pueblo de la parróquia de
Ribafeita, diócesis de Viseu (Portugal). Desde muy joven
sintió una profunda devoción por la Eucaristía,
María y san José, así como un cariño
especial por el Papa, que en aquel tiempo se encontraba en el exilio.
La Iglesia de Portugal
era perseguida por parte de la Masoneria, que se apoderó de los
bienes eclesiásticos, cerró los seminarios y casas de
religiosos. A los Institutos de religiosas, les prohibió la
admisión de novicias. Obispos y sacerdotes provenientes de alto
nivel económico fueron objeto de sus ataques. De este modo no
podían dedicarse a su ministerio, ya que tenían que
defenderse. Todo esto debilitó en parte a la Iglesia.
Pero estos hechos no
apagó en Rita el ansia de una auténtica familia cristiana
como la suya, así como comunicárselo a los demás.
De este modo Dios suscitó en Rita la vocación misionera,
para liberar a la juventud del indeferentismo religioso, y fomentar los
valores morales, y así con el apostolado pudo fortalecer la
familia. Esto le llevó a ir de pueblo en pueblo a enseñar
a orar, sobre todo el rosario y otras oraciones que despertasen la
devoción a María. En su apostolado buscó siempre a
personas que vivían una vida inmoral e hizo de todo para
rescatarlas del mal, esto le llevó a recibir amenazas de muerte.
Aunque deseaba ingresar en la vida religiosa, como las leyes no lo
permitían, tuvo que dedicarse a su apostolado en el “mundo”,
entregada a prácticas ascéticas; durante mucho tiempo
rechazó a muchos pretendientes. Sus padres le ayudaron
albergando en su casa a mujeres deseosas de conversión.
Después de varios intentos ingresó con 29 años en
una Congregación extranjera, pero como ésta se dedicaba
solo a ayudar a los pobres, este no era el celo apostólico que
ardía en el corazón de Rita, y por ello no se pudo
identificar con ella y se salió con 32 años. En 1880, con
ayuda de su director espiritual, consiguió fundar un
Colegio-Instituto de Jesús, María y José, en la
parroquia de Ribafeita, con la espiritualidad de la Sagrada Familia. El
Instituto se extendió por todo Portugal, tuvo dificultades
económicas y con una religiosa del propio Instituto. Las
autoridades civiles, lo suprimieron, y entonces, se vio obligada a
reunir a sus hermanas y enviarlas a Brasil, para que dieran continuidad
a su obra. Rita falleció en Casalmendinho (parroquia de
Ribafeita) en olor de santidad. Fue beatificada el 28 de mayo de
2006, en Viseu (Portugal) durante el pontificado de Benedicto XVI.