BEATO RICARDO HENKES
1945 d.C.
22 de febrero
Henkes trabajó desde 1931 como predicador penitente en
la Alta Silesia y fue maestro de ejercicios espirituales en Branice. En su
lucha contra el nazismo, fue denunciado más de una vez a la Gestapo.
El 8 de abril de 1943 fue arrestado por la Gestapo en Racibórz y el
10 de julio fue trasladado al campo de concentración de Dachau, donde
fue ubicado en el Bloque de padres (Pfarrerblock, en alemán). Allí,
falleció el 22 de febrero de 1945.
Richard Henkes nació el 26 de mayo de 1900 en Ruppach,
una aldea del Westerwald, cerca de Montabaur en Alemania. Con la intención
de convertirse en misionero palotino en Camerún, se trasladó
en 1912 desde su escuela estatal a una escuela de estudio palotino de nueva
construcción en Vallendar, donde, a su vez, fuera llamado espiritualmente
el padre José Kentenich. Richard Henkes participó con entusiasmo
en la vida de la entonces recién fundada Comunidad de Vida Cristiana
y se convirtió en director de la sección misionera.
En 1918, fue reclutado para el servicio militar en Darmstadt, donde tuvo
que aprender que no podía hacer realidad por sí mismo todos
los altos ideales que se había propuesto. En 1919, finalizó
su bachillerato e ingresó en la comunidad de los palotinos. En 1921,
tomó votos por primera vez y, después de superar una crisis
espiritual, fue ordenado en 1925 en Limburg. Henkes impartió clases
a los jóvenes en las escuelas palotinas de Schönstatt, en los
Alpes y de nuevo en Schoenstatt.
Con el fin de evitar ser enlistado en la Wehrmacht, el vicario
general Nathan von Branitz le asignó el puesto de administrador de
la parroquia de Strandorf (1941-1943) en la región de Hlučín.
Debido a estas actividades y su hablar claro, estuvo en la mira de las autoridades.
Así, por ejemplo, dijo que la matanza de inocentes era un asesinato.
Fue llamado en varias ocasiones por la Gestapo.
Finalmente, el 8 de abril de 1943 Richard Henkes fue arrestado
en Racibórz por la Gestapo debido a un sermón que dio en Branice
sobre el rol desempeñado por la Wehrmacht. El 10 de julio de ese mismo
año fue trasladado al campo de concentración de Dachau. Allí,
debió realizar trabajo forzado en condiciones infrahumanas. A pesar
de ello, se mantuvo firme en su fe, compartiendo sus alimentos con muchos
otros y alentando a sus compañeros de reclusión. Si bien en
Dachau no formó parte del grupo cercano en torno a José Kentenich,
conoció y departió bastante con el entonces profesor Josef
Beran, quien sería más tarde arzobispo y cardenal de Praga.
A pesar de no ser muy dotado para los idiomas, aprendió con él
a hablar checo, porque quería quedarse después de la guerra
como capellán en el Oriente. Desde la primavera de 1944, trabajó
con él en un comedor del bloque 17, formado en su mayoría por
checos.
Hacia el final de la guerra, estalló en Dachau la segunda gran epidemia
de fiebre tifoidea. El 11 de febrero de 1945 se convocó a voluntarios
entre los sacerdotes alemanes para que se dedicaran a cuidar a los enfermos.
Como Henke sabía que era una amenaza mortal, se encerró
con los enfermos para ocuparse de ellos. Después de unas semanas,
se enfermó él también y a los cinco días falleció.