BEATO REINALDO DE
CONCOREZZO
1321 d.C.
18 de agosto
Nació en Concorezzo, cerca de Milán. Enseñó
Derecho en Bolonia y Lodi. Fue canónigo de Laon en Francia. En
Roma entró al servicio del cardenal Peregrosso, canciller de la
Curia Romana, hasta el 1295, que murió el cardenal.
Ingresó entonces al servicio del cardenal Gaetania, sobrino de
Bonifacio VIII, hasta que éste murió. El Papa lo hizo uno
de sus capellanes, mostrándose generosos con él
otorgándole numerosos beneficios.
Todavía joven fue consagrado obispo de Vicenza en 1296, aunque
se oponía el cabildo vicentino; el papa Bonifacio lo
mandó promulgar su laudo entre Francia e Inglaterra a
propósito de La Guyena (1298). Declarado su vicario por Carlos
de Valois en la Romaña, al intentar poner la paz en un tumulto
en Forlí fue herido gravísimamente, teniendo lugar al
poco tiempo el asalto a Anagni y la muerte de Bonifacio VIII (1303).
El Beato Benedicto XI lo nombró arzobispo de
Rávena (1303). En la nueva diócesis convocó varios
sínodos, gracias a los cuales, con celo y caridad pudo promover
la disciplina entre el clero y la pureza de la fe. Personalmente
vivió con gran austeridad, lo que le acreditaba a la hora de
corregir los abusos. Fue muy amante de los pobres, a los que dedicaba
gran parte de sus rentas.
En 1308 y por encargo de del papa Clemente V
presidió el juicio de los templarios italianos. Se negó a
obtener confesiones mediante la tortura a pesar de las requisitorias
del Papa, y en el concilio en Rávena (1310), apoyó con
justicia y moderación a los Templarios, aunque no pudo evitar su
supresión por parte de los reyes de Francia y de las presiones
del propio papa Clemente V en el Concilio Ecuménico de Vienne
(1311-1312), que disolvió la Orden como medida disciplinar, no
por sentencia judicial. Sintiéndose anciano y enfermo, se
retiró al castillo de Argenta, donde gobernó su
diócesis mediante vicarios, murió en Argenta. El culto
oficial fue concedido a la diócesis de Ravena y a las otras
ciudades por el Papa Pío IX el 15 de enero de 1852.