HISTORIA DE LA IGLESIA
REFORMA PROTESTANTE Y CATÓLICA
Del 1500 al 1700 d.C.
A
principios del siglo XVI,
la situación religiosa de Alemania era crítica.
Martín Lutero representó el ansia espiritual de su
tiempo. Entró de fraile agustino y se dedicó a comentar
la Biblia. Criticó duramente el modo de predicar y de ganar "la
indugencia", ordenado por el Papa. Sus críticas se difundieron
rápidamente gracias a la imprenta. ("La indulgencia" es "el
perdón" de las penas que le quedan por sufrir al cristiano en el
purgatorio, antes de entrar en el Cielo. Se concede por una
aplicación de los méritos de Cristo, Nuestro Redentor).
Martín Lutero nació en 1483 de una familia
muy austera. Recibió una severa educación. En 1505, en
medio de una tormenta, un rayo estuvo a punto de calcinarlo.
Aterrorizado, decidió hacerse monje agustino. Ya siendo monje,
se dedicó a la penitencia y al estudio. En 1507 fue ordenado
sacerdote. Empezó a enseñar los temas más
importantes de la fe. Se preguntaba cómo podía uno tener
seguridad de salvarse. Entonces elaboró su teoría de "la
justificación": el cristiano no puede salvarse por sus propios
méritos, sino por los méritos de Cristo, que nos cubren
con un manto, y en quien hay que tener una fe "ciega".
Por entonces, el Papa León X decidió
proseguir la reconstrucción de la Basílica de San Pedro
en Roma y mandó predicar "la indulgencia", a propósito de
la cual, se pedía limosna. Cuando los fieles se confiesan
reciben el perdón de sus pecados, si están arrepentidos,
pero les quedan algunas cosas que "pagar" en esta vida o en la otra, a
cuenta de sus pecados. "Se paga" con penitencias, sacrificios,
oraciones y con limosnas. Con estas limosnas se construían
templos y obras de servicio común. Pero había muchos
abusos: las limosnas iban a dar al bolsillo de príncipes o del
Obispo; o los predicadores le daban mayor importancia al tintineo de la
moneda en la charola de la limosna que a la conversión del
cristiano. Lutero prensenció una predicación muy
materialista y quedó muy impresionado: ¡era conceder la
máxima importancia a las obras del hombre y al dinero!.
Escribió entonces grandes críticas (la mayoría
justificadas), pero atacaba, además, el poder de la Iglesia para
perdonar los pecados. Lutero quería, inicialmente, dialogar,
pero debido a la imprenta, su popularidad se hizo muy grande, y,
además, Roma no estaba preparada para un diálogo serio y
pacificador.
La rebeldía de Lutero se hizo cada vez más
grave. Quemó los libros de leyes de la Iglesia. El Papa lo
excomulgó, porque estaba atacando ya las verdades fundamentales
de la fe. Algunas afirmaciones de Lutero disminuían la
importancia de las buenas obras y de la Iglesia. Ponía en duda
el poder espiritual del Papa. Al principio parecía tratarse de
una simple discusión teológica. Pero pronto el Papa
envió al Cardenal Cayetano, como representante suyo. El Cardenal
pidió a Lutero que se retractara en algunos puntos. En disputa
pública, Lutero quitó toda autoridad al Papa y a los
Concilios ecuménicos y proclamó como único
criterio de fe la Biblia. En 1520 Lutero publicó tres de
sus obras más importantes, con lo cual, de monje rebelde, se
convirtió en el jefe de toda la rebelión en Alemania.
Rechazaba todo lo que no pudiera probarse con la Biblia, el Derecho
canónico o leyes de la Iglesia, el celibato de los sacerdotes,
las peregrinaciones, las indulgencias, la doctrina sobre la
Eucaristía y casi todos los sacramentos. En mayo de 1521 el
emperador Carlos V expulsó del Imperio a Lutero y a sus
partidarios, pero Lutero se escondió en castillo de un
príncipe de Sajonia.
Muchos predicadores difundieron las ideas de Lutero en
Alemania. El pueblo los escuchaba, porque sentía que estaban de
acuerdo con sus propias aspiraciones; se amotinaban y saqueaban los
conventos, expulsaban de ellos a los monjes, algunos de los cuales
colgaron los hábitos y se hicieron luteranos. A fines de 1523,
el luteranismo dominaba todo el país, y los buenos cristianos
tenían miedo de oponérsele abiertamente. Los motivos del
triunfo del protestantismo no fueron simplemente religiosos: muchos
príncipes alemanes querían apoderarse de los bienes
eclesiásticos o sacudirse de encima la autoridad del Papa y del
emperador. Lutero, por su parte, se fue alejando cada vez más de
la Iglesia tradicional. Y una de sus mayores responsabilidades
consistió en acabar con las Ordenes religiosas. alegando que a
la libertad humana no había que atarla con ninguna clase de
votos ni promesas.
Ignacio de Loyola (1491-1556), caballero español
vasco, fue herido en el sitio de la ciudad de Pamplona. En su casa,
durante la convalecencia, leyó la vida de Cristo y de los Santos
y, ya restablecido, se dedicó a vivir como peregrino.
Decidió estudiar en la universidad, para ayudar mejor a los
demás. Durante la guerra entre españoles y franceses,
éstos asediaron la fortaleza de Pamplona, y el capitán,
Ignacio de Loyola, que la defendía, cayó herido por una
bala de cañón. En su casa, durante su larga
convalecencia, pidió que le llevaran "Libros de
Caballerías", que no se conocían en aquella casa. Le
llevaron "La Vida de Cristo" y algunas vidas de Santos. Con el ejemplo
de aquellos Santos, quiso servir a Cristo como ellos. Se dirigió
a Monserrat (Cataluña) en traje de peregrino.
En las cercanías del santuario de la Virgen de
Monserrat, en un pueblito llamado Manresa, Ignacio vivió muy
pobremente, orando y reflexionando. Tuvo unas visiones y revelaciones
que le causaron perpetua impresión. Allí mismo
escribió gran parte de su famosísimo librito "Ejercicios
espirituales", que mucho servirian a él y a los demás.
Hizo una peregrinación a Jerusalén y decidió
estudiar en la universidad para ayudar mejor a los demás.
Empezó a proponer los "Ejercicios" a las personas conocidas.
Fue a la Universidad de París, porue había
decidido obtener una formación completa y sólida. El 15
de agosto de 1534, con seis compañeros, hizo votos (promesas) de
pobreza, castidad y obediencia, y prometió trabajar por la
salvación de las almas. Finalmente, Ignacio se ordenó de
sacerdote y todos fueron a Roma, para ponerse a las ódenes del
Papa. Después de vencer ciertas resistencias por parte de los
Cardenales, por fin el Papa Pablo III, en 1540, aprobó la nueva
Orden. "La Compañía de Jesús" (Los Jesuitas), cuya
finalidad consistía en luchar por Dios, servir únicamente
al Señor y a su Vicario en la tierra. Por designios de Dios, no
imaginados por nadie, la Compañía de Jesús iba a
convertirse en la Orden mejor preparada para combatir el luteranismo.
Enrique VIII, rey de Inglaterra, quería convertirse
en la cabeza suprema de la Iglesia en Inglaterra. Su amigo y canciller,
Moro, no aceptó esta decisión. El rey lo condenó
por alta traición, y Tomás Moro murió dando
testimonio de fidelidad heroica a la Iglesia. Enrique VIII era
enérgico y con buenos conocimientos de teología. En 1527
solicitó del Papa, pero no la obtuvo, la anulación de su
matrimonio con Catalina de Aragón (de la cual no tenía
hijos). En 1531, Enrique VIII se hizo proclamar "Protector de la
Iglesia y del clero" y celebró (en 1533) en secreto su boda con
Ana Bolena. El Papa lo excomulgó.
La ruptira se consumó cuando en 1534 el parlamento
declaró al rey "cabeza supema de la Iglesia de Inglaterra".
Así se excluía toda obediencia al Papa, y el rey nombraba
a los Obispos, y todo esto bajo pena de muerte. Así murieron
Juan Fisher, Obispo, y Tomás Moro, canciller del reino. El
movimiento encabezado por Enrique VIII era todavía un cisma
(negación de la autoridad suprema del Papa) y no se había
convertido en herejía (negación de verdades esenciales
del cristianismo). Enrique VIII se negó siempre a aceptar el
luteranismo; por eso, el movimiento "anglicano" que el rey
encabezó es un punto intermedio entre el luteranismo y el
catolicismo.
Ya hemos mencionado la ejecución del canciller del
reino, Tomás Moro, por órdenes del rey Enrique VIII. Moro
había ejercido los puestos políticos más
importantes del país. Había sido compañero de
Erasmo de Rotterdam, gran humanista. Parecía un hombre que se
hallaba fuera de su tiempo. Había publicado una obra
"Utopía", que fue traducida a varias lenguas. Tomás Moro
había integrado en sí mismo el cristianismo medieval con
la pasión por lo nuevo, por los decubrimientos del Renacimiento.
Moro era un hombre amante de los debate y de la paz; además, era
un finísimo humorista. "Utopía" es la invención de
un mundo en que se vive en total armonía renacentista y donde se
crtitican las injusticias. Moro comprendía que tanto Europa como
Inglaterra estaban perdiendo la unidad. Aunque hubiera errores e
injusticias, nada justificaba romper la unidad a la que todos estamos
invitados por el llamamiento de Cristo.
El Papa Pablo III infundió un nuevo espíritu
al comportamiento de la jerarquía católica. Se puso de
acuerdo con el emperador Carlos V para convocar el Concilio de Trento,
que, con varias interrupciones, duró desde 1545-1563. Trento iba
a renovar a la Iglesia y a impulsar la reforma católica. En 1534
fue elegido Papa eñ Cardenal Alejandro Farnesio, humanista ya
anciano. Desde su elección tomó muy en serio la necesidad
de la reforma de la Iglesia. Eligió como Cardenales a hombres
muy valiosos intelectual y religiosamente. Estableció una
comisión que estudiara muy a fondo y sin trabas los asuntos que
necesitaban la reforma más urgente. Pablo III empezó a
trabajar en corregir los abusos más serios.
El Papa tuvo que superar muchas dificultades para convocar
el Concilio: los protestantes querían impedirlo; la rivalidad
entre el emperador y los franceses hacía muy difícil la
concordia sobre el sitio en que habría de celebrarse.
Finalmente, el Papa y el emperador señalaron la pequeña
población de Trento (situada entre Italia y Austria). Se
inició el Concilio en 1545, con una reducida cocurrencia. Los
Padres Conciliares tenían conciencia de que se enfrentaban a dos
tareas muy importantes; aclarar las verdades católicas ante las
violentas negativas de los protestantes e indicar los puntos necesarios
para una verdadera renovación de la Iglesia. Se
estableció la lista de los libros de la Biblia reconocidos por
la Iglesia. Se afirmó que "la Tradición" viva y
auténtica es también criterio de fe (junto con la
Biblia). Se explicó la "justificación" como una verdadera
renovación interior santificante, ofrecida al hombre por la
gracia de Dios. Se definió la doctrina católica sobre los
sacramentos.
Pestes, disgustos y guerras interrumpieron el Concilio.
Cuando se reanudó, los Padres Conciliares completaron la
doctrina de los sacramentos, emitieron decretos sobre los seminarios y
la formación de los sacerdotes, sobre la reforma de la vida
religiosa y sobre el modo de predicar e instruir al pueblo.
Probablemente la más importante característica del
Concilio de Trento, fue su "oportunidad" tanto para contrarrestar la
doctrina luterana, como para promover la auténtica reforma en la
Iglesia.
La conquista de América estuvo unida a la
evangelizacion de los nuevos pueblos. Aunque, hasta cierto punto, los
españoles reconocieron la dignidad del Indio, se produjeron
muchos abusos. En la denuncia de dichos abusos, destacó fray
Bartolomé de las Casas, dominico, quien obtuvo del emperador
Carlos V varios decretos en favor de los indios. Aunque no todos los
conquistadores que vinieron a América fueron desinteresados y
justos con los indígenas, sin embargo, los misioneros que
vinieron con ellos ya desde el principio evangelizaron muy
cristianamente a los indígenas. En pocos años las Ordenes
religiosas se extendieron por todo el contiente: crearon
diócesis, levantaron iglesias, construyeron hospitales y
escuelas. Los mismos reyes españoles llegaron a comprender que
el principal motivo de la conquista era la evangelización de los
indios. Por lo cual, enviaron a algunos de los mejores misioneros
que tenían y redactaron "Las Leyes de Indias", que si bien no
siempre fueron cumplidas, ciertamente son un ejemplo para la
integración de los pueblos hispánicos con los diversos
pueblos y culturas americanas.
Hay muchos ejemplos de misioneros entregados a su
misión y verdaderamente auténticos. Uno de ellos es fray
Bartolomé de las Casas (de la Orden de Predicadores). Fray
Bartolomé emigró como conquistador aventurero y
acabó siendo fraile dominico, y después, Obispo de
Chiapas. Denunció fuertemente las injusticias y violencias
cometidas contra los indios. Acudió a España para ver al
emperador. Carlos V, en respuesta a sus peticiones, decretó
diversas leyes. Fray Bartolomé de las Casas es conocido como
"Defensor y protector de indios". Es admirable cómo pueblos tan
diferentes fueron aceptando el cristianismo, como un reconocimiento de
su dignidad personal. Esto se debió, en gran parte al trabajo
paciente y humano de los misioneros, que aprendieron el lenguaje de los
nativos, les dieron catecismos publicados en la lengua de ellos y
trataron de respetar sus tradiciones culturales y artísticas.
La primera tarea de los jesuitas fueron las misiones.
Francisco Xavier, uno de los primeros compañeros de San Ignacio
de Loyola en París, fue luego misionero en la India, en
Indonesia y en el Japón. Murió a la vista de las costas
de China. Es el Santo Patrono de los misioneros. San Francisco Xavier
(1506-1552) es el misionero más conocido de la época. Fue
uno de los primeros compañeros estudiantes de Ignacio de Loyola
en la Universidad de París y luego en la fundación de la
Compañía de Jesús. El Papa Pablo III lo
nombró legado pontificio. Evangelizó la India, las Islas
Molucas (Indonedia) y en 1549 decidió visitar el Japón,
país recién descubierto por los portugueses. Sus
dificultades en la navegación y en tierras extrañas
fueron casi novelescas. En Japón encontró que los bonzos
lo despreciaban por su humilde apariencia. Entonces Xavier se
presentó con elegantes vestiduras y con ricos regalos.
Así, lo recibieron muy bien y se dedicó a la
instrucción religiosa de los japoneses.
El año 1551, cuando abandonó el
Japón, la comunidad por él fundada contaba con unos mil
fieles. Pero Xavier tenía otros deseos: sabía que China
era la fuente cultural del Lejano Oriente. Por eso había que
sembrar la fe en esa tierra. Pero en la isla de San-Chan,
enfermó gravemente y, sin poder realizar su sueño y casi
solo, murió allí. Dicen que Francisco Xavier había
bautizado a miles de paganos, aún sin conocer la lengua de ellos
para evangelizarlos. El Santo respondía: "Las cosas importantes
no necesitan intérprete para ser comunicadas". Francisco Xavier
ha ejercido un atractivo inmenso sobre la juventud misionera.
Combió una profunda mística con una actividad de gigante.
Por eso la Iglesia lo ha declarado Patrono de las misiones.
El Papa San Pío V cumplió apasionadamente
las decisiones del Concilio de Trento. Exhortó a todos los
cristianos a promover la reforma católica en toda la Iglesia y a
combatir a la flota turca, que avanzaba por el Mediterráneo. El
7 de octubre de 1571, la flota cristiana, al mando de don Juan de
Austria, derrotó a los turcos en el golfo de Lepanto (Grecia).
El religioso dominico, Miguel Ghislieri, tomó el
nombre de Pío V, al ser elegido Papa. Siguió viviendo
probremente, consagrado a la oración y al desempeño de su
cargo. Inició la reforma proclamada por el Concilio de Trento,
en su propia Curia pontificia, en la ciudad de Roma y en los Estados
Pontificios. Por medio de la persuación y del ejemplo
visitó su diócesis, predicó a los párrocos,
impulsó la construcción de seminarios y la
celebración de reuniones de Obispos
(Sínodos).Suprimió órdenes religiosas
inútiles. En 1566, siguiendo los decretos de Trento,
publicó el "Catecismo Romano", base común para toda la
Iglesia en la educación de la fe. En 1570 publicó el
nuevo "Misal Romano", en que se revisaba completamente la liturgia de
la Iglesia. Combatió firmemente el protestantismo.
Algo extraordinario: Pío V congregó a los
cristianos europeos en contra de la amenaza turca en el
Mediterráneo. Cuando los turcos conquistaron la isla de Chipre,
los venecianos, los españoles y el Pontífice formaron una
liga. Prácticamente con todos los recursos de la cristiandad, la
flota cristiana, bajo el mando de don juan de Austria (medio hermano
del rey Felipe II, de España), derrotó a una imponente
flota turca en el golfo de Lepanto, el 7 de octubre de 1571 (en esta
batalla perdió el movimiento de uno de sus brazos Miguel de
Cervantes Saavedra, "el Manco de Lepanto", príncipe de la
literatura española). La alegría y el entusiamo se
desbordaron en toda la cristiandad, pues por primera vez en los turcos
eran derrotados y puestos en fuga. Inicialmente se pensó en las
posibilidades de extensión del cristianismo hacia el Oriente,
pero fueron sólo ilusiones. Volvieron a prevalecer los problemas
europeos, las divisiones religiosas y la reforma de la Iglesia. En
Lepanto, el Mediterráneo cedió su importancia en favor
del Atlántico.
Entre los años 1550-1600 vivieron en Italia tres
grandes Santos: Carlos Borromeo, Felipe Neri y Camilo de Lelis. San
Carlos Borromeo fue el modelo del pastor, que cumplió en su
diócesis las disposiciones del Concilio de Trento para la
renovación de la Iglesia. La peste aterrorizaba a Milán,
y el Obispo se prodigó. Vendió sus propios muebles y los
de la diócesis para atender a los necesitados. Exhortaba a sus
sacerdotes: "¡No se trata de heroismo, sino de ser cristiano!".
Murió a los 47 años de edad, después de 20
años de trabajar en su diócesis.
San Felipe Neri. Aun antes de ser sacerdote, Felipe era
conocido en Roma por su generosidad, simpatía y por la capacidad
de congregar en torno suyo a personas deseosas de una vida nueva. Ya
sacerdote, Felipe se dedicó a la formación de sus hijos
espirituales. Nació entonces la congregación "del
Oratorio". Era un grupo de sacerdotes y laicos, guiados por Felipe, que
se dedicaban a ejercicios piadosos (lectura de la Biblia,
predicación, visita a las iglesias, a las catacumbas,
oraciones...) y a visitar hospitales. Todo esto con gran
alegría. La Iglesia pidió a Felipe que regularizara a sus
sacerdotes, que no tenían ninguna clase de promesas ni votos.
Felipe respondió: "La regla es sólo la caridad". No
quería rigidez, sino afecto mutuo. Felipe Neri revistió
de alegría y "despreocupaciòn" una intensa vida interior.
San Camilo de Lelis nació en 1550. Su padre era
militar, de modo que Camilo tuvo que vivir en cuarteles. En 1575,
decidió hacerse religioso, pero una llaga en el pie lo tuvo
postrado. Felipe Neri le sugirió que formara una
compañía de hombres dedicados al cuidado de los enfermos.
En 1584 fue ordenado sacerdote y reunió a sus primeros
compañeros, que en 1586 fueron aprobados por el Papa, con el
nombre de la "Compañía de los Ministros de los Enfermos".
Estos nuevos religiosos, que hacían voto de "perpetua asistencia
corporal y espiritual a los enfermos, incluso a los apestados", no
aceptaban la dirección ni la administración de los
hospitales, para poderse dedicar íntegramente a los enfermos. De
Camilo decían: "Casi adoraba al enfermo como si fuera la persona
del Señor".
Teresa de Jesús, junto con algunas
compañeras, abandonó un convento de religiosas
carmelitas, en donde ya no se seguía en toda su pureza el
reglamento de la antigua Orden. Luego fundó nuevos conventos y
renovó la vida de muchos monasterios. Juan de la Cruz,
también carmelita, y ella, fueron grandes colaboradores. Juan y
Teresa enseñaron que por medio de la unión con Dios y la
fidelidad a la Iglesia, se pueden curar muchos de los males que afligen
a la Iglesia. Una de las mayores preocupaciones del Concilio de Trento
había sido la reforma de las Ordenes religiosas. Varios
religiosos emprendieron la reforma de sus prespectivas Ordenes. Pero la
experiencia más apasionante fue la que vivieron dos religiosos
carmelitas españoles, Teresa de Jesús y Juan de la Cruz,
ambos futuros Santos y Doctores de la Iglesia.
En agosto de 1562, en la ciudad de Ávila, una monja
de 47 años salió de un convento muy poco observante, para
fundar, junto con cuatro compañeras, un convento pobre, en que
tratarían de vivir según el antiguo reglamento de la
Orden carmelitana: con oración, sacrificios y vida de comunidad.
Se llamaron carmelitas "descalzas", para indicar la reforma de su vida.
Durante 15 años Teresa recorrió los caminos de Castilla,
fundando pequeños monasterios, que formó con su presencia
y sus escritos. Sus superiores le pidieron que les escribiera sus
experiencias con fines formativos. Así fue como Teresa se
manifestó como una gran mística y una gran maestra de la
vida espiritual de todos los tiempos.
En 1568 Teresa impulsó al carmelita Juan de Yepes
(San Juan de la Cruz) a reformar la rama masculina de la Orden de los
Carmelitas. Nacieron así los Carmelitas "descalzos",
después de grandes dificultades y sufrimientos. San Juan de la
Cruz es uno de los grandes místicos y sus obras son modelo de la
literatura castellana. Ambos Santos, San Juan de la Cruz y Santa Teresa
de Jesús vivieron en humildad y feliz aperura en manos de Dios,
que los hizo instrumentos suyos en la reforma de la Orden de los
Carmelitas (con una actitud bastante distinta a la de Lutero). Las
últimas palabras de Santa Teresa son un resumen de su vida:
"Señor, muero como hija de la Iglesia".ç
1570. La gran división religiosa en Europa central y occidental
Nunca en siglos anteriores había existido una
división religiosa tan profunda en Europa central y occidental.
Desde la rebelión de Lutero (1517), del rey Enrique VIII (1531)
y de otros reformadores menores, Europa había quedado
profundamente desgarrada.
-Italia, España, Portugal e Irlanda: casi totalmente
católicas.
-Inglaterra: "La Iglesia Anglicana está sometida al rey.
-Escocia: prevalece un "calvinismo" parecido al suizo.
-Francia: mayoría católica, pero muchos se inclinaron a
la reforma protestante y al calvinismo.
-Suiza: posee cantones "reformados" calvinistas.
-Imperio germánico: Baviera y la región del río
Rhin son católicas. En otras tierras dominan los luteranos.
-Países bajos: mezcla de luteranos, anabaptistas y calvinistas.
-Prusia, Dinamarca, Suecia y Noruega: luteranas.
-Polonia: fundamentalmente católica, con minorías
luteranas y anabaptistas.
-Hungría: toda una mezcla, con muy fuerte calvinismo.
Las dos fuerzas que tienden a extenderse más son el
calvinismo, desde Ginebra (Suiza), y el catolicismo, que ha encontrado
nueva vida y entusiasmo en el Concilio de Trento y se enfrenta al
futuro de Europa y América. Calvino nació en Francis, en
1509. Abandonó la Iglesia Católica y se propuso buscar
"la verdadera religión", que consistía en una total
desconfianza en el hombre, incapaz de la verdadera libertad. Cristo nos
salva "predestinándonos"; el "no predestinado" no se salva. Era
muy rigorista y organizó "su Iglesia" a su modo.
Cuando Isabel I subió al trono de Inglaterra,
muchos protestantes que anteriormente habían huido volvieron a
Inglaterra, fuertemente influenciados de Calvinismo. Nació
así el "puritanismo", que quería restaurar la
religión siguiendo literalmente las palabras de la Biblia. Pero
la Iglesia Anglicana se opuso al "puritanismo" porque lo consideraba
demasiado extremista. Entonces un grupo de puritanos perseguidos
llegaron a las costas de los Estados Unidos de Norteamérica en
el barco "Mayflower". Después de la muerte de Enrique VIII,
María Tudor fue la reina de Inglaterra. Pero María
reinó muy pocos años y el trono pasó a manos de
Isabel I, hija de Enrique VIII. Isabel fue recibida con gran entusiasmo
y aclamaciones. Muchos anglicanos que habían huido del contiente
por miedo a María Tudor, regresaron a Inglaterra, muy
influenciados por el protestantismo continental y con fuertes
tendencias calvinistas. Así nació en Inglaterra "el
puritanismo", que es un tipo de religiosidad intensa e interior,
enemigo de las formas oficiales del culto de la Iglesia y hostil a toda
forma de jerarquía.
Pero Isabel era anglicana y trataba de afianzar el control
regio sobre la Iglesia. En 1563 se sancionó la profesión
de de del anglicanismo, contenida en 39 artículos. La
traducción inglesa de la Biblia se realizó bajo el rey
Jacobo, sucesor de Isabel. La situación se hizo muy grave para
los católicos, cuando el Papa Pío V excomulgó a la
reina y la declaró depuesta del trono. Sobrevinieron sangrientas
persecuciones contra los católicos. Al principio, los
"puritanos" constituyeron un grupo dentro de la Iglesia Anglicana, pero
pronto se separaron y formaron unidades autónomas. En la misma
forma que los católicos, fueron discriminados, y algunos de
ellos tuvieron que huir.
Hacia 1620 un grupo de "puritanos", llamados "los Padres
Peregrinos", embarcaron en la nave "Mayflower", fueron empujados por
una tempestad, y en lugar de llegar a las costas de Virginia, como
querían, desembarcaron en Cape Cod y fijaron los principios de
la sociedad bíblica que querían fundar. Formaron la
pequeña colonia puritana de Plymouth. Este hecho dio un aspecto
característico a las trece colonias inglesas, que, a fines del
siglo XVIII, constituirían el origen de los Estados Unidos.
Breves notas sobre el desarrollo de las misiones en tres
países del Oriente: Japón, China y la India.
Japon. La Iglesia se desarrolló rápidamente,
pero tuvo que enfrentarse con persecuciones. Cuatro años
después de la muerte de San Francisco Xavier, había unos
200,000 cristianos, la mayoria de ellos, concentrados en Nagasaki. El
emperador Taicosama mandó matar a muchos cristianos, entre
ellos, a nuestro San Felipe de Jesús. Siguieron otras
persecuciones. Hubo casos conmovedores de familias que conservaron viva
su fe durante dos siglos.
China. En 1583 dos misioneros jesuitas desembarcaron en
China. Fueron los padres Ruggeri y Mateo Ricci. El Padre Ricci era
experto en literatura antigua, filosofía, teología y
ciencias. Comenzaron su actividad en Cantón, con hábito
chino y costumbres budistas; aprendieron la lengua china, estudiaron a
Confucio y a los demás sabios chinos. Se presentaron como
hombres sabios. En 1598, el P. Ricci fue a Rankín, residencia
del emperador. Este lo recibió en su corte, y Ricci se
presentó con algunos instrumentos científicos
occidentales y un mapa pintado por él mismo, en el cual
sobresalía China como "el Reino de enmedio", según la
opinión de los chinos. Ricci recibió autorización
para predicar.
India.El jesuita Roberto de Nóbili (1577-1656)
eligió el camino de la adaptación. Se hizo
"brahmán" y empezó a vivir como un monje penitente,
respetando todas las costumbres locales. Pronto se vio rodeado
por eruditos "brahmanes", deseosos de conversar sobre los libros
sagrados de la India. Se quedaron maravillados de que el extranjero
citara de memoria largos párrafos, penetrara en su sentido
profundo y mostrara la necesidad de practicarlos. Hubo bastantes
conversiones. En Roma lo acusaron de contaminar la fe y de reservarlo a
una casta social (los "brahmanes"). En uno de los libros más
brillantes sobre la teología de las misiones, Nóbili
defendió que él no había adoptado un método
que la hacía comprensible. A su muerte había 100,000
cristianos y un buen número de misioneros. Roberto de
Nóbili es el precursor de las misiones modernas.
Francisco de Sales, hombre santo y culto, respondió
a las inquietudes de su tiempo. Trabajó como sacerdote en una
diócesis cercana al lago de Ginebra (Suiza), en donde todos eran
calvibnistas, y animó a los pocos católicos que quedaban.
Dialogó con los protestantes. Siendo ya Obispo, fundó,
junto con la noble viuda Santa Juana Francisca de Chantal, una nueva
congregación fememina. Quería mucho a los niños y
los enseñó a ponerse bajo la protección de su
ángel de la guarda.
A los 19 años, Francisco de Sales, fue atormentado
por escrúpulos sobre su salvación. Pero, dos años
después de obtener la licenciatura en Derecho, decidió
ser sacerdote, contra el parecer de su familia. Lo enviaron a una
región en donde abundaban los calvinistas, que no toleraban la
presencia de sacerdotes católicos y sufrió algunos
atentados de parte de ellos. Como no lo dejaban entrar en contacto con
ellos, escribía cartelones y los pegaba de noche en las paredes
o los distribuía por las casas. Su estilo no era discutir, sino
explicar tranquila y dulcemente. Ya en 1602 habían vuelto a la
fe católica unas 25,000 personas. Fue nombrado Obispo de Ginebra
(Suiza). Se dedicó a enseñarles el catecismo a los
niños, que siempre lo rodeaban y corrían a saludarlo por
la calle. En 1607, con Santa Juana Francisca de Chantal, noble viuda,
fundó la nueva congregación de las Visitandinas,
religiosas de vida complempativa, dedicadas a la oración,
a los sacrificios y a las labores del hogar. Escribió dos
tratados que hasta ahora han tenido un éxito sorprendente:
"Introducción a la Vida devota y Tratado sobre el Amor de Dios".
Franciscos de Sales trató de hacer amable la religión a
los hombres de munco y a los intelectuales. Les propuso un "humanismo
devoto" que valoraba al hombre en su relación con Dios. De
ningún modo confundía la bondad con la debilidad. La
Iglesia lo ha nombrado Patrono de los periodistas y escritores.
Vicente de Paul, un sencillo párroco, se
dedicó a aliviar toda clase de miseria en Francia; devastada por
la guerra. Fundó una congregación de mujeres, que se
dedicaron al cuidado de los pobres, para quienes no dudó en
pedir toda clase de ayuda. San Vicente de Paul, comprendió que
la corrupción de la sociedad cristiana sólo podia
remediarse, si de reconocía el rostro de Cristo en los
marginados. En 1617 Vicente era párroco. Se enteró de que
una familia estaba enferma y no tenía recursos para curarse.
Pero no quería de sus feligreses una ayuda pasajera, sino
permanente. Fundó, entonces, "la Cofraternidad de las Siervas de
los Pobres". Eran personas que se comprometían a ayudar a todos
los enfermos de la Parroquia. Estas cofraternidades se extendieron
rápidamente por todo el mundo.
Vicente se dio cuenta de que uno de los problemas
más graves era la ignorancia de los campesinos. Fundó,
entonces, una congregación de sacerdotes: "los Sacerdotes de la
Misión". Vivían en pequeñas comunidades,
renunciaban a todo cargo eclesiástico e iban de pueblo en
pueblo, predicando el Evangelio a las poblaciones rurales, en forma
sencilla. En 1663, con Santa Luisa de Marillac, fundó la
congregación de "las Hijas de la Caridad". Este instituto
religioso representó una forma revolucionaria de vida religiosa
femenina. Para ellas (como escribió el mismo San Vicente de
Paul) su monasterio eran las casas de los enfermos; su celda (o
habitación) era un cuarto alquilado; su capilla, la Parroquia;
las rejas de su convento eran temor de Dios; su velo, la santa
modestia. Con sus hijos e jijas, Vicente de Paul cuidó de
los pobres, de los enfermos en sus casas y en los hospitales, de los
huérfanos y abandonados, de los soldados heridos en batalla, de
los viejos, esclavos y enfermos de peste, de las mujeres de la calle,
de los condenados a trabajos forzosos...Una sola cifra: desde 1630 a
1660 el hospicio acogió a casi 40,000 niños abandonados.
El barroco fue un arte nuevo que cambió el aspecto
de Europa y expresó la nueva alma católic de
América. El arte del siglo XVII, el barroco, no fue una
expresión de la cultura de la época (como lo fue el arte
del Renacimiento); fue más bien, la necesidad de expresar
pasiones humanas y sentimientos religiosos, en un siglo en que se iba
formando la Europa moderna. El barroco, con natables diferencias, se
difundió en toda Europa y se convirtió en el gran arte
colonial de Iberoamérica, desde Chile hasta la Nueva
España (México). En los pueblos iberoamericanos se
combinaron maravillosamente las diversas culturas precolombinas con la
cultura de España y Portugal. La aqrquitectura barroca, como la
del Renacimiento, concedía gran importancia al arquitecto, que
planeaba, calculaba y diseñaba la obra. Pero el barroco fue
más popular, respondía al sentimiento religioso de la
época y emocionaba a sus contemporáneos.
La Iglesia barroca se integró a un nuevo y
grandioso urbanismo, que abrió plazas y calles nuevas y las
adornó con monumentos y fuentes. Con el barroco cambió
también el paisaje. La pintira barroca, por su parte,
adornó iglesias y palacios y constituyó una verdadera
liberación de la fantasía del pintor, que soñaba,
inventaba y rozaba el mundo de lo irreal.
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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)