En
Borgo Sansepolcro en umbría, el Beato Raneiro de Arezzo,
religioso de la Órden de Menores. Se caracterizó por su
humildad, pobreza y paciencia. No conocemos la fecha de
nacimiento de este religioso lego, franciscano minorita, que
falleció en Sansepolcro, su ciudad natal, el 1 de noviembre de
1304, siendo enseguida venerado por el pueblo como santo. Su vida
transcurrió en el cumplimiento del humilde oficio de portero y
limosnero, que le permitió estar en contacto con los más
pobres, con la gente sencilla del pueblo y con todos los necesitados
que llamaban a las puertas del convento en busca de algo de alimento.
La muerte le sobrevino en la bodega, donde estaba realizando su trabajo
para los hermanos de la fraternidad.
Pocos
días después de su muerte el municipio, que ordenó
embalsamar su cuerpo y recoger las relaciones de los milagros
atribuidos a él, también hizo que construyeran un altar
monumental en honor de Ranieri. En dicho altar, que aún existe
en la iglesia de San Francisco de los conventuales de
Sansepolcro, se lee la siguiente inscripción en
latín: "En el año del Señor 1304, en la fiesta de
todos los santos, el santo Ranieri emigró al Señor. En
dicho año el ayuntamiento del Borgo mandó hacer este
altar para honra de Dios y magnificencia de dicho santo. Amén".
Entre los milagros que se le atribuyen después de su muerte
está la resurrección de dos niños, motivo por el
cual al beato Rainiero lo invocan las mujeres en el momento del
parto.Pio VII reconoció el culto en 1802, y su memoria se
celebra el 31 de octubre, un día antes de su muerte, por
coincidir el 1 de noviembre con la solemnidad de todos los Santos. Su
cuerpo reposa en la cripta de la iglesia de San Francisco de su ciudad
natal.
Página
Principal
(Pbro. José Manuel Silva Moreno)