BEATO PUBLIO RODRIGUEZ
MOSLARES
28 de noviembre
1936 d.C.
Nació en Tiedra (Valladolid). “Tenía
un carácter simpático, abierto, luchador, proselitista,
francote, bueno. Trabajó mucho para llevar a buen camino a dos
de sus hermanos que no comulgaban del todo con sus ideas, aunque por
otro lado eran muy buenos. Les escribía cartas desde el
juniorado y en vacaciones discutía con ellos. Tenía
espíritu misionero y suspiraba por las Misiones, espíritu
que supo infundir en su casa, sobre todo a su hermana, maestra
nacional”. “Supo soportar con entereza y alegría las
cárceles de Madrid y cuando provisionalmente le dieron libertad,
fue sobre todo él quien hizo de enlace entre sus
compañeros de calvario y sus Superiores, yendo de un sitio para
otro”.
Tras ser sacado del
convento y ser liberado de la primera prisión, no teniendo a
dónde ir, se refugió, con el P. Vicente Blanco y algunos
oblatos más, en una familia conocida. Dice la hija: Al abandonar la
casa, Publio dijo a mi madre: `No sufras, yo voy a volver, pero si me
pasa algo o me matan, piensa que estaré con Dios y te
ayudaré’. Publio parece que tenía muy claro que lo iban a
matar”.
Y así fue. Al
terminar la guerra su familia fue a Madrid. "Mi madre se
había enterado que Publio había estado en la
cárcel Modelo y quería ir allá....Entre aquellas
ruinas, ella buscaba en las diversas celdas y corredores. De repente
comenzó a gritar: ¡Aquí, aquí! Y se
introdujo en un habitáculo pequeño. Entramos con ella y
vimos toda la pared escrita. Pude ver cómo en un rincón
había unas palabras que destacaban más que las otras,
porque estaban escritas en rojo, y que decían: `Madre, me llevan
a matar, muero por Dios (...) No llores, me voy con Dios.’¡Viva
Cristo Rey! Y firmaba Publio.
Ella se
arrodilló, besó la pared, y con una especie de navaja,
cortó un trozo de la pared donde estaba la inscripción.
Fue entonces cuando me enteré que lo habían llevado a
matar a Paracuellos del Jarama. ”.