BEATO PEDRO THOMAS
21 de enero
1794 d.C.
En la
ciudad de Laval, en Francia, Beatos presbíteros Juan Bautista
Turpín du Cormier y otros trece compañeros,
mártires, que por su constante fidelidad a la Iglesia
católica fueron guillotinados durante la Revolución
Francesa. Sus nombres son: beatos Juan Bautista Triquerie, de la Orden
de Hermanos Menores Conventuales, Juan María Gallot, José
Pellé, Renato Luis Ambroise, Julián Francisco Morvin de
la Gérardière, Francisco Duchesne, Jacobo André,
Andrés Duliou, Luis Gastineau, Francisco Migoret
Lambardière, Julián Moulé, Agustín Manuel
Philippot y Pedro Thomas.
Pedro Thomas. (1729-1794). Nació
en Mesnil-Rinfray, diócesis de Avranches. Era hijo de Juan
Thomas y de Juliana Loysel. Fue ordenado sacerdote en 1760. Durante los
primeros meses sirvió en su parroquia natal. En 1773 fue
vicario en Peuton, donde estuvo un año, pues al siguiente, y con
las debidas licencias, aceptó el cargo de capellán del
Hospital de San Julián en Château-Gontier. Se ganó
muy pronto aprecio de las religiosas que cuidaban aquella
institución. Era un buen confesor. Aunque enfermo, se
negó a prestar juramento constitucional en 1792, y fue encerrado
en la Patience en Laval. Ante el tribunal respondió con gran
presencia de ánimo, pero con laconismo.
Se planteó en el proceso de
beatificación, la duda de si había dado este sacerdote
pruebas de avanzada senilidad hasta el punto de no estar completamente
en su juicio a la hora de su martirio, pero se llegó a la
conclusión de que, cualquiera que hubiera sido el estado de su
mente en el momento de su juicio estaba plenamente en sus plenas
facultades mentales, aceptando la muerte con gran entereza de
ánimo.