Nació
en Palermo en la familia patricia de los Geremia. Creció lleno
de gracia y modestia mostrando un ingenio poco común.
Estudió Derecho en la universidad de Bolonia. Estaba para
doctorarse cuando inspirado en una visión, reflexionó
sobre la futilidad de los honores humanos. Se le apareció un
pariente que estaba en el Purgatorio y que había ejercido la
abogacía, que le dijo que, a pesar de haber defendido tantas
causas, no había encontrado defensores ante el divino tribunal.
Conmovido y aterrado el joven estudiante se postró delante de
Dios y le ofreció su virginidad e ingresó en los
dominicos.
Sus progresos en la
virtud y estudio en el convento dominico de Fiésole, fueron
admirables. Pronto su inspirada palabra resonó en toda Italia.
Fue exhortado al ministerio de la palabra por el mismo san Vicente
Ferrer, que le tuvo un tierno afecto y le aseguró, de parte de
Dios, que su celo era muy agredecido por la Divina Majestad.
El Maestro general,
Bartolomé Tessiero, después de segregar la Provincia de
Sicilia de la de Nápoles, le confió, en 1417, la
restauración de la disciplina regular que había
decaído. Pedro se dedicó con todo el ardor de un santo en
esta misión y los frutos de consolación que ganó,
más que con la palabra, los obtuvo con el ejemplo y la
oración.
Predicó
en
toda Italia y en Florencia tomó parte en el concilio de
Florencia-Ferrara, por indicación personal de Eugenio IV, que
trató de la unión de cristianos latinos y griegos. Su
palabra fue muy escuchada por todos los padres conciliares. Fue prior
del convento de Santa Zita en Palermo. Como visitador de la Orden,
concedió el hábito al beato Juan Liccio en Sicilia.
Sentía fortísimos dolores en las piernas, y cuando estos
se mitigaban lloraba; le preguntaron el por qué de su llanto y
él respondía: "Siento que la mano de Dios se retira de
mi, cuando no sufro más". Murió en el convento de Santa
Zita de Palermo. Copatrono de la ciudad de Palermo.
Su culto fue
confirmado por el Papa Pío VI el 12 de mayo de 1784; la Orden de
los dominicos lo recuerda el 25 de octubre, aniversario de la
declaración como copatrono de la ciudad de Palermo.