BEATO PEDRO GAMBACORTA
17 de junio
1435 d.C.
Nació en
Pisa. Hermano de beata Clara Gambacorta. A los pocos meses de su
nacimiento, su familia, -señores de Pisa- tuvieron que salir
para el exilio. Creció en el destierro, soberbio y digno
heredero de una familia ambiciosa. Cuando su hermana Clara, huyó
para ingresar en el convento, él junto con otro de sus hermanos,
la obligó a volver, y la sometió a la prisión para
hacerla desistir de su intención. Pero el comportamiento de su
hermana y la muerte de su madre y su hermano, le llevaron a una
profunda meditación, y dejándolo todo se retiro a
Montebello, cerca de Urbino, donde tomó el hábito de la
Tercera Orden de San Francisco y vivió de limosnas llegando a
construir una capilla y un minúsculo monasterio.
Sus primeros compañeros fueron algunos delincuentes
convertidos por él y transformados en devotos ermitaños.
Para ellos dictó una regla penitente y meditativa, dando vida a
una Congregación que fue llamada de los Pobres Ermitaños
de San Jerónimo y después de su muerte se llamó
del Beato Pedro de Pisa, o de los Girolamini.
Su prueba más grande le vino en 1393, cuando supo
que su padre y tres hermanos habían muerto asesinados, tuvo la
intención de vengarse, pero consiguió dominarse y
alcanzó la paz de su espíritu. Hizo varias fundaciones, y
en Venecia se unieron con los Terciarios Franciscanos, fundando un
hospital y un monasterio.
Pedro iba a menudo a los diversos eremitorios donde era
necesaria u oportuna su presencia para formar y confirmar con el
ejemplo o la palabra en la vida eremítica y cenobítica a
sus cada vez más numerosos discípulos. Pero su residencia
ordinaria era en Montebello, donde con mayor facilidad podía
gustar la más íntima unión con Dios en la
oración común y privada, en la recitación y el
canto de los salmos, en la contemplación de las verdades de la
fe, en el estudio y en el trabajo, en una vida heroica de penitencia y
mortificación, en todo regulada por sabias ordenaciones. Estas
constituciones produjeron frutos de verdadera santidad: son diecisiete
los Beatos venerados en los altares y muchos los venerables y
religiosos muertos con fama de santidad. Pedro murió en Venecia
a la edad de ochenta años, después de haber visto
aprobada por Martín V y Eugenio IV su Congregación de los
Jerónimos.
Fue beatificado en 1693 por Inocencio XII. Hubo una
época en que se contaron cuarenta y seis casas de los Hermanos
Pobres en las provincias de Ancona y Treviso; varios grupos
pequeños de ermitaños o terciarios se afiliaron a la
orden, y en 1668 el Papa Clemente IX unió la comunidad de San
Jerónimo de Fiésole, que había sido fundada por
Carlos Montegranelli, a la regla del Beato Pedro. Pero en 1933 eran tan
pocos los miembros de la Orden que fue suprimida por la Santa Sede.