BEATO PEDRO DE
DUEÑAS
19 de mayo
1397 d.C.
Pedro de
Dueñas (1378/80 - 1397). Según la
opinión de E. Caro y del P. Darío Cabanelas, que nos
parece la más probable, fray Pedro era natural de Bujalance,
provincia de Córdoba; sus padres eran Alonso de Dueñas e
Isabel Sebastián; el padre, a su vez, era natural de
Dueñas, en el obispado de Palencia, de donde tomó el
apellido que luego pasó a su hijo fray Pedro. Este se dedicaba a
la labor del campo cuando sintió deseos de entrar en la orden
franciscana, y, con la aquiescencia de su padre, se dirigió al
convento de San Francisco del Monte.
Allí vistió el hábito franciscano, en
el estado de hermano no clérigo, y se distinguió por su
humildad y sencillez; tendría unos dieciocho años. Tuvo
como maestro de noviciado a Juan de Cetina. Cuando fray Pedro
terminó el noviciado e hizo la profesión, fray Juan le
comunicó su deseo de que le acompañara a predicar a los
musulmanes de Granada. Aunque la comunidad de San Francisco del Monte
puso reparos a los deseos de fray Juan, por la juventud de fray Pedro y
su corta experiencia en la vida religiosa, acabó otorgando su
licencia, y, desde ese momento, las vidas y martirio de estos varones
de Dios discurrirán juntas.
Sus cuerpos fueron arrojados a un muladar, donde fueron
recogidos por los cristianos que los enviaron a los conventos
franciscanos de Sevilla y Córdoba, y a la catedral de
Vich. Su culto fue confirmado el 26 de agosto de 1731 por el Papa
Clemente XII.