BEATO PEDRO BUITRAGO
MORALES
1936 d.C.
19 de agosto
Pedro
Buitrago nació en 1883, en La Solana (Ciudad Real). Del padre,
como antiguo y entendido sacristán, hereda el gusto por la
música y el canto. Con esas enseñanzas,
prácticas religiosas y ambiente cristiano surge y se
desarrolla su vocación sacerdotal. Empieza su etapa
estudiantil, ya fuera del pueblo, en el seminario en Murcia, y
finalizó los estudios eclesiásticos en Ciudad Real.
Ordenado de Sacerdote, cantó su primera Misa en
1908 en La Solana, de cuyo convento de Dominicas es nombrado
Capellán. Ocho años después, en 1916, fue enviado
como Coadjutor a Pedro Muñoz, en marzo de ese mismo año,
y antes de terminarlo, en septiembre, es trasladado a ejercer el mismo
cargo a Santa Cruz de Mudela y permanece durante veinte
años.
Como Sacerdote, sirvió a Dios y a la Iglesia con
todos sus talentos y aptitudes, entre los cuales se destacaba su buena
voz de tenor, que puso siempre al servicio de Dios para realzar las
funciones religiosas, como antes en el Seminario, las veladas que en
él se organizaban. Durante los veinte años de su
Coadjutoría pudieron admirar los feligreses de Santa Cruz de
Mudela la contribución de don Pedro para dar realce y mayor
solemnidad a las celebraciones litúrgicas, tanto en la
Parroquia, como en el Santuario de Nuestra Señora de las
Virtudes y parroquias de la comarca.
La caridad cristiana y fraternal que reinaba entre don
Pedro y el beato don Justo Arévalo Mora, coadjutores de la
parroquia y de éstos con su Párroco don Antonio Pardo, y
después con el beato don Félix González Bustos,
constituye una prueba inequívoca de la sólida virtud de
los tres sacerdotes, que antes y durante el año 1936
ejercían su misión sacerdotal en Santa Cruz de Mudela.
Cuando doña Rosario Laguna dejó terminada su segunda
fundación, el colegio para niños, don Pedro
sustituyó a don Justo en el cargo de Capellán de los
Hermanos de las Escuelas Cristianas, que desde el principio
venían regentando la Escuela de San José.
El mismo día que el párroco don
Félix González, es decir, el 3 de agosto, fue detenido
don Pedro y por los mismos motivos que lo fue aquél y que lo
serán don Justo y los Hermanos de la Escuela de San José:
porque eran sacerdotes, religiosos o católicos fervientes. Sin
sentencia alguna, los sacaron por la noche de prisión y los
mataron en el cementerio de Valdepeñas. Era tres sacerdotes
diocesanos, 5 hermanos de las Escuelas Cristianas y 20 seglares muy
relevantes por sus convicciones religiosas (estos últimos no
entraron en el proceso de beatificación). Una fosa común
acogió sus cuerpos. Fueron beatificados en Roma el 28 de octubre
de 2007.
Sus compañeros de martirio fueron: el párroco D.
Félix González Bustos, D. Justo Arévalo Mora,
coadjutor, Hno. Agapito León Olalla Aldea, Hno. Dámaso
Luis Martínez Martínez, Hno. Josafat Roque Corral
González, Hno. Julio Alfonso Ruiz Peral y Hno. Ladislao Luis
Muñoz Antolín, Hermanos de las Escuelas Cristianas.