BEATO PATRICIO
O'LOUGHRAN
1 de febrero
1612 d.C.
En
Dublín en Irlanda, beatos mártires Cornelio O'Devany,
obispo de Down y de Connor, de la Orden de los Hermanos Menores, y
Patricio O'Loughran, sacerdote, que, bajo el rey Jacobo I, fueron
condenados por su fe católica, sufrieron el suplicio del
ahorcamiento y descuartizamiento.
Patricio O'Loughran, había nacido
en el Condado de Tyrone en Irlanda hacia el 1577; era presbítero
y estuvo en Bélgica asistiendo espiritualmente a los exiliados
católico irlandeses. En 1611 regresó a Irlanda y
capellán del jefe de los católicos irlandeses, Hugo
O’Neill, conde de Tyrone, así como asistente del obispo
O’Devany. Fue arrestado en Cork.
Ambos habían padecido la cárcel y los
malos tratos en los calabozos de Dublín, y ambos habían
resistido firmemente la propuesta de libertad, si aceptaban suscribir
la ley de Inglaterra de que el rey era la cabeza de la Iglesia de sus
reinos. Los dos mártires llegaron al patíbulo luego de
que innumerables fieles por el camino les pidieran la bendición.
A la vista del cadalso, los dos entonaron el “Nunc Dimitis”. El
obispo invocó la protección de Dios sobre Irlanda,
rezó por sus perseguidores y dio el perdón al verdugo que
acudió a solicitarlo. Patricio, accedio al ruego de los fieles y
los bendijo por última vez. Fueron ahorcados y descuartizados en
Dublín durante el reinado de Jacobo I.
El pueblo, a pesar de los guardias, se llevaba de
la horca reliquias, ropa, cabellos y hasta fragmentos del cuerpo.
Oraban toda la noche junto a las reliquias, y un hombre enfermo
informó que se había curado de solo tocarlas, y se rezaba
misa tras misa desde medianoche hasta el día. El Virrey
ordenó que todos los miembros dispersos de los ajusticiados
fueran enterrados de una vez, pero a la noche siguiente los
católicos los exhumaron y llevaron como reliquias al cementerio
de la iglesia de Santiago. O'Devany había él mismo
compilado una lista de mártires. Con otros mártires
irlandeses ambos fueron beatificados el 17 de septiembre de 1992 por
San Juan Pablo II.