BEATO PABLO GOJDICH
17 de julio
1960 d.C.
Se
llamaba Peter y nació en Ruské, cerca de Presov
(Checoslovaquia) en el seno de una familia greco-católico; su
padre era sacerdote. Terminados sus estudios sintió la
vocación al sacerdocio e inició sus estudios de
teología en Presov y luego en Budapest. Fue un hombre de
profunda espiritualidad y su director espiritual le dijo: “La vida no
es difícil, pero es muy seria”; este fue el lema de su vida. En
1911 fue ordenado sacerdote en Presov. Trabajó como
vicepárroco de su padre, luego fue prefecto en el seminario
eparquial y al mismo tiempo enseñó Religión en una
escuela media superior. Después fue nombrado protocolista y
archivista de la curia diocesana, al mismo tiempo que fue nombrado
vicepárroco de Sabinov. En 1919 fue elegido director de la
secretaría episcopal.
En 1922 ingresó
en la Orden Basiliana de Cernecia Hora en Mukacev, donde,
después de la profesión tomó el nombre de Pavol
(Pablo). En 1926 fue nombrado administrador apostólico de la
eparquía de Presov. Lo primero que hizo al tomar posesión
de este cargo fue suscribir la carta pastoral que conmemoraba el 1100
aniversario del nacimiento de san Cirilo. Así inició su
actividad con el espíritu del apóstol de los eslavos,
siempre fiel a Roma.
En 1927 fue nombrado obispo con el título de Harpas (Iglesia
Harpasenae en Asía Menor) y fue consagrado en Roma, donde tuvo
una audiencia con el Papa Pío XI. Para su episcopado tomó
el lema: “Dios es amor, ¡amémosle!”. Como obispo se
dedicó a la promoción de la vida espiritual de los
sacerdotes y de los fieles. Erigió nuevas parróquias,
construyó orfanatos y otras muchas obras para ayuda a los
marginados y la educación de sus fieles. Publicó la
revista "Blahovistnik, Da prijdet carstvije Tvoje" (Venga
tu reino) y varias otras publicaciones. Se le conoció como “el
hombre del corazón de oro”. Fue un gran devoto de María y
del Sagrado Corazón.
En 1939 fue nombrado
administrador apostólico de Mukacev en Eslovaquia. En la
situación compleja del estado eslovaco, su persona fue “una
espina en el ojo” para los representantes del gobierno, y por esto
presentó su renuncia, pero el Papa no se lo aceptó y lo
nombró obispo de Presov en 1940 y en 1946, fue confirmada su
jurisdicción sobre todos los greco-católicos de toda
Checoslovaquia. Cuando los comunistas tomaron el poder en 1948, le
conminaron que la comunidad greco-católica se pasara a la
Iglesia ortodoxa, a lo que Pavol se negó y por ello fue aislado
de sus fieles. En la terrible noche del Sobor de Presov, en 1950, que
se declaró fuera de la ley a los greco-católicos, fue
arrestado y encarcelado. Así comenzó su vía crucis
por muchas prisiones de Checoslovaquia, de las cuales le liberó
la muerte.
En 1951, en un proceso
amañado contra los obispos “traidores” (Vojtassák,
Buzalka y Godjic) fue condenado a cadena perpétua, a una multa
de doscientas mil coronas y privado de todos sus derechos civiles. Fue
torturado fisica y síquicamente, pero él se mantuvo firme
con la oración. En la amnistía de 1953, la cadena
perpétua le fue rebajada a 25 años de prisión. Le
propusieron ser Patriarca de la Iglesia ortodoxa, pero él se
negó y se mantuvo fiel a Roma. En la sala del hospital de la
cárcel de Leopoldov, donde el obispo transcurrió los
últimos días de su vida, recibió los
últimos sacramentos, como siempre deseó y murió el
día de su cumpleaños.
Sus restos reposan hoy en la cripta de la catedral
greco-católica de San Juan Bautista de Presov. En 1990, el
Estado le concedió la medalla de la Orden de T.G. Masaryk de
2º grado y la cruz de Pribina de 1º grado. Fue
beatificado por San Juan Pablo II en noviembre del 2001.