Espíritu Santo,
tú eres el aliento del Padre y del Hijo
en la eternidad dichosa;
tú nos has sido enviado por Jesús
para hacernos comprender lo que él nos ha dicho
y guiarnos hacia la verdad completa;
tú eres para nosotros aliento de vida,
aliento creador, aliento santificador;
tú eres quien renueva todas las cosas.
Humildemente te pedimos
que nos animes y habites en nosotros:
en cada uno y cada una de nosotros,
en cada uno de nuestros hogares,
en cada uno de nuestros equipos;
para que podamos vivir el sacramento del matrimonio
como un lugar de amor,
un camino de felicidad
y un medio de santidad.
AMÉN.