Nació en
Bar-le-Duc (Mosa, Francia). Era párroco de
Méligny-le-Grand, Verdún. Fue deportado a la nave “Washington”,
en Rochefort, por negarse a acatar la “Constitución Civil del
Clero”.
Nos cuenta que,
cuando estaba ya próximo a la muerte, pidió a su
compañero P. de Erigeât, deán de una capilla de
Avranches, que le diera algo de beber; el deán le dijo que
lamentablemente no tenía nada para darle, ni té, ni
siquiera agua; a lo que el mártir contestó: «Ah!,
es justo que yo padezca esta privación, ya que a mi adorable
Salvador se le dio a beber hiel y vinagre...» Fue el
último de estos sacerdotes en morir agotado sobre las playas de
Rochefort, por su fidelidad a la Iglesia. Tenía 50 años.
Fue beatificado el 1 de octubre de 1995 por San Juan Pablo II.