BEATO NESTOR EUGENIO
ORTEGA VILLAMUDRIO
2 de enero
1937 d.C.
Tesifonte Ortega Villamudrio nació en
Arlanzón (Burgos, España) en 1912. Ingresó en el
seminario marista de Arceniega en 1924. Pero no tuvo una vida
fácil en él: su naturaleza enfermiza hizo que se
resintiera su salud por las dificultades de los estudios y hubo de
volver a su familia. Recuperada su salud, fue readmitido y en 1929
pasó al noviciado de Las Avellanas (Lérida), donde
vistió el hábito marista recibiendo el nombre de Hermano
Néstor Eugenio. El 8 de septiembre de 1931, a pesar de que
continuaba con una salud un tanto enfermiza, pudo coronar el año
de noviciado con la profesión de los votos temporales.
Tendría que haber hecho los votos perpetuos en agosto de 1936,
pero no los hizo, a causa de las circunstancias políticas que se
vivían en aquellos nefastos días.
Terminado el
noviciado, se preparó para la docencia en Las Avellanas, donde
realizó estudios de pedagogía y de otras materias y
desempeñó trabajos manuales. En 1933, fue destinado como
cocinero y empleado al colegio marista de Haro (La Rioja); en 1935,
pasó al colegio de Zaragoza como profesor de enseñanza
primaria; en septiembre del mismo año, llegó a la escuela
de Carrejo como profesor. Debido a la tempestad revolucionaria, su
presencia en ella apenas duró.
En todas partes
dejó el recuerdo de un joven religioso dócil, sencillo y
piadoso, pero también muy capaz para hacer que los niños
apreciaran el estudio. Los que vivieron con él dicen que era
amante de la vida sosegada y de la vida de oración, lleno de
buena voluntad en el servicio de Dios y siempre dispuesto a ocuparse de
cualquier menester que le pidiera la obediencia. Su naturaleza
enfermiza no le impedía ser fuerte en el alma y en el
ánimo para ir más allá de lo que podía
alcanzar con sus propias fuerzas.